Persiste un gran desamparo en la literatura para ese público, afirma Ana Elsa Pérez
lo ocupa la web
La UNAM impartirá un tercer diplomado, ahora sobre obras para niños y adolescentes, adelanta a La Jornada
La finalidad es proponer mecanismos para que los esfuerzos realizados en prescolar y primaria no se difuminen en la secundaria, explica la académica
Sábado 14 de septiembre de 2013, p. 3
Más que una responsabilidad escolar, la lectura es una oportunidad de crear puentes de comunicación entre padres e hijos, alumnos y maestros, entre generaciones y entre los propios jóvenes, señala Ana Elsa Pérez Martínez, secretaria técnica de Vinculación de la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), instancia que ahora participa en la realización del tercer diplomado La literatura infantil y juvenil: una puerta a la lectura.
Este año, el contenido estará enfocado a reflexionar y proponer mecanismos para que los enormes esfuerzos de promoción de la lectura que se realizan en prescolar y primaria no se difuminen cuando los jóvenes ingresan a la secundaria.
En las recientes tres décadas, detalló, se ha avanzado mucho en la promoción de lectura en niños, la Secretaría de Educación Pública y los maestros de prescolar hacen un esfuerzo enorme, las bibliotecas públicas también. Pero una vez que terminan el sexto de primaria hay mucho menos oferta de libros y de actividades literarias para jóvenes, y casi nada en formación de mediadores especializados. Existe un hueco, y luego nos asustamos de que los chicos llegan a la licenciatura con todo el gusto por la lectura perdido, claro, si llevan ya años sin ese impulso que tenían a los 11 o 12 años. Ese vacío lo ocupa la web, y no tendría nada de malo si se supiera convivir con los nuevos modos de leer
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El encuentro académico se realizó por primera vez en 2010, impulsado por los institutos de Investigaciones Filológicas y de Investigaciones Estéticas de la UNAM, así como la organización A Leer/IBBY México, con la finalidad de estudiar los distintos procesos en torno a la literatura para niños y jóvenes en el país.
Hasta ese momento, dentro de la máxima casa de estudios no se había suscitado una discusión de ese nivel en torno al tema, y desde entonces nos quedó claro que había que atender a un público que necesita formarse como analistas, investigadores y promotores de lectura. Había que incorporar el tema al ámbito universitario
, recuerda Ana Elsa Pérez Martínez.
Producto de ese primer diplomado se organizaron otros dos, uno de ellos dedicados a la lectura en la primera infancia, la adquisición del lenguaje y la formación de lectores aun antes de conocer las letras.
Libro impreso y digital
Ahora, añade la académica Ana Elsa Pérez, “el objetivo es incorporar el tema de la literatura infantil y juvenil, su historia, su perspectiva, su impacto, su relación con las agendas políticas culturales, a los análisis a novel de tesis de licenciatura y posgrado.
“Pues sucede que a ojos y miras de los académicos el asunto resulta poco serio. Las personas que nos dedicamos al estudio de la literatura infantil y juvenil tenemos que hacer mucha labor para poder mostrar y dejar claro que se trata de un tema primario. A la hora de hacer investigación no hay quien dirija tesis ni imparta clases.
El discurso pedagógico se ha apropiado del tema de la lectura, lo cual nos ha llevado a enormes errores: pensar que los niños son alumnos y nada más, que la lectura y la literatura dependen de un sistema escolar, y que los temas de estudio de la literatura y las letras sólo corresponden a los grandes maestros, dentro de los cuales no se considera a los autores de literatura infantil, cuando son los formadores de los literatos
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Si el primer diplomado se enfocó en la formación de promotores de lectura, a partir de la segunda edición ya no lo hacen, “porque hay otros programas que se dedican a eso. En cambio, incorporamos otras ideas para analizar, como la evidente competencia entre el libro impreso y el digital, los comportamientos de la escritura y lectura en internet, y el gran tema que abordaremos en esta tercera edición: los jóvenes y la literatura.
“Tenemos muy claro que la literatura infantil tiene ya un soporte más o menos estructurado. Pero luego existe un gran desamparo en torno a la literatura juvenil. No hay formadores especializados ni talleres para jóvenes o para maestros de jóvenes.
Los profesores de secundaria y preparatoria ya no se sienten responsables de ser formadores de lectores, los maestros de licenciatura ni se lo cuestionan. Lo que queremos hacer ahora es proponer herramientas y recursos para que maestros de secundaria y bachillerato se definan también como responsables en la formación de lectores
, puntualizó Pérez Martínez, coordinadora académica del programa que comenzará el 23 de septiembre (con duración de nueve meses), en colaboración con David García Pérez, secretario técnico del Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Informes e inscripciones al tercer diplomado La literatura infantil y juvenil: una puerta a la lectura en la página de electrónica: www.filologicas.unam.mx, o a los teléfonos 56227494, extensión 128.