Juzgar al presidente sirio en la CPI, pide el Ejército Sirio Libre
Viernes 13 de septiembre de 2013, p. 23
Ginebra, 12 de septiembre.
El secretario estadunidense de Estado, John Kerry, rechazó hoy una propuesta del presidente de Siria, Bashar Assad, de iniciar un proceso estándar
mediante el cual entregaría en 30 días, a partir de este jueves, toda la información sobre el arsenal químico y posteriormente proceder a la destrucción del armamento.
Kerry y el canciller ruso Serguei Lavrov comenzaron en la capital suiza la negociación de un plan para someter a control de la comunidad internacional el armamento neurotóxico sirio, mientras se confirmó en Washington que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) inició desde hace varias semanas
el suministro de ametralladoras y lanzacohetes a las fragmentadas organizaciones de la oposición siria, sin precisar a cuál de ellas.
El conflicto armado sirio, que comenzó hace dos años y medio, ha cobrado la vida de 110 mil personas, de acuerdo con la Organización de Naciones Unidas.
Esta versión sobre la entrega de armas a los opositores sirios fue difundida por filtraciones de información de la CIA a los diarios The Washington Post y The New York Times, lo que confirma por primera vez de manera oficiosa que los grupos reciben equipo, además de entrenamiento, en Jordania.
El titular de la diplomacia estadunidense, que en las dos últimas semanas amenazó con bombardear Siria por un presunto ataque con armas químicas a opositores apostados en Ghuta, un suburbio de Damasco, desestimó la oferta de Assad porque, precisó, desde nuestro punto de vista, las palabras del régimen sirio son insuficientes
.
La negociación surgió luego de que Kerry dijo el lunes que para evitar la acción militar Siria debería entregar su armamento químico en una semana, lo que llevó al gobierno ruso a tomar la iniciativa diplomática de desactivar la intervención extranjera.
En el primero de dos días de pláticas, Kerry y Lavrov discutieron un plan ruso de cuatro puntos que llevaría a las siguientes acciones: primero, Siria se adheriría a la Convención para la Prohibición de Armas Químicas de 1997 y a la organización que la supervisa; segundo, Damasco daría a conocer los sitios de producción y almacenamiento; tercero, invitaría a los inspectores del organismo, y cuarto, decidiría con ellos cómo y quién destruiría los equipos de guerra.
Molesto con la idea, Kerry dijo que este proceso no tiene nada de estándar
y volvió a blandir la amenaza de un ataque militar si Assad no procede ya a la destrucción de las armas.
Lavrov dijo que la propuesta planteada cumple con las normas internacionales y expresó su confianza en que el cumplimiento del plan anule la posibilidad de la acción militar extranjera.
El Ejército Sirio Libre, la principal agrupación opositora a Assad, rechazó la iniciativa rusa, pero no explicó las razones y se limitó a pedir a la comunidad internacional que el presidente sirio sea juzgado en la Corte Penal Internacional por su presunta responsabilidad en el ataque con armas químicas en Ghuta.