Afecta al corazón del país: industriales
Viernes 13 de septiembre de 2013, p. 26
Todas las críticas que los industriales de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) vertieron en los dos días de su congreso anual contra el llamado impuesto verde propuesto en la reforma hacendaria se estrellaron contra la contundente respuesta que les dio Juan José Guerra Abud, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat): por la Ley General de Cambio Climático el país debe reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
México es el único país del mundo que por ley debe reducir los gases y la meta es bajarlos 30 por ciento para 2020. Si México quiere alcanzar la meta no está sujeto a la buena voluntad del secretario ni del gobierno. Debemos cumplir por ley
, puntualizó el funcionario frente a decenas de empresarios que participaron en el Tercer Congreso de la Industria Siderúrgica Mexicana.
El secretario elogió la inteligencia de los industriales para que entendieran los beneficios que traerá a la industria la reconversión tecnológica con el uso de energías limpias, pero éstos insistieron que con el nuevo impuesto se incrementarán los costos de producción y se inhibirá la inversión y creación de empleos. Incluso criticaron al Instituto Mario Molina, responsable del estudio en el que se basa el nuevo impuesto con el que las autoridades pretenden captar sólo 20 mil millones de pesos.
Alonso Ancira Elizondo, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero (Canacero), comenzó su intervención diciendo que cuando se afecta el corazón del país, que es la industria siderúrgica, se afecta todo el país
, aunque tanto él como el resto de los participantes no dejliderazgo
del presidente Enrique Peña Nieto por las reformas energéticas que ha propuesto.
Ancira Elizondo criticó al Instituto Mario Molina y el estudio que realizó por encargo del gobierno federal para determinar la cantidad de gases de efecto invernadero que cada energético genera y fijar así una tasa para cada uno, pues, dijo, la Canacero tiene 19 mil veces más ingenieros y podemos duplicar o triplicar la capacidad del centro de Enrique Molina (sic) para que demostremos que la industria acerera es indispensable
.