En los pasados 60 años, la política federal hacia el campo ha provocado la pérdida de 2.5 millones de empleos a los pequeños productores y campesinos, dejando a 70 por ciento de la población rural en condiciones de pobreza e inseguridad alimentaria, afirmó Hegel Cortés Miranda.

El secretario de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) señaló que el campo necesita contar con presupuestos multianuales que garanticen su desarrollo, no sólo en los próximos seis años, sino como una política de Estado que permita la continuidad de proyectos productivos.

Hoy día sólo 4 por ciento de las 5.5 millones de unidades de producción tienen acceso al crédito y financiamiento, por lo que la mayoría de ejidatarios en el país están en desigualdad ante los productores comerciales, situación que debe revertirse, afirmó.

En el primer foro de Políticas públicas para el desarrollo rural sustentable del Distrito Federal, el rector interino de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Enrique Dussel, alertó sobre la explotación del suelo rural y de conservación de la ciudad y el país, provocada por una política neoliberal que sólo busca beneficios económicos por encima de la naturaleza.

Si continuamos con ese tipo de explotación de la tierra no va a ser posible la vida en el próximo siglo, advirtió ante campesinos reunidos en el foro cultural de la delegación Magdalena Contreras, donde se habló de la necesidad de transformar el concepto de apoyo paternalista hacia una autonomía productiva, con el fin de disminuir la pobreza en el campo.

Gloria Bautista, presidenta de la comisión especial de asuntos alimentarios de la Cámara de Diputados, señaló que existen 53.3 millones de personas en situación de pobreza, de las cuales 27.4 están en condiciones de carencia alimentaria, y de éstas la tercera parte se ubican en el campo, donde se producen los alimentos.