Sábado 24 de agosto de 2013, p. 20
Washington. El soldado estadunidense que asesinó a 16 civiles afganos el año pasado en una de las peores atrocidades de las guerras en Irak y Afganistán fue sentenciado ayer a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, la sentencia más severa posible. Robert Bales, de 40 años, se declaró culpable en junio en un acuerdo para evitar la pena de muerte por los homicidios que cometió el 11 de marzo de 2012 cerca de su puesto en la provincia de Kandar, donde caminó entre viviendas con paredes de adobe y mató a 22 personas, 17 de las cuales eran niños.