Marco Fabián viajó a la ciudad de México para resolver asuntos familiares, según dijo el propio jugador, quien llegó la tarde de ayer al aeropuerto capitalino.

Aunque aún no hay versiones oficiales sobre su salida de Chivas y contratación de un club de Qatar, algunas apuntan a que sólo faltan detalles para llegar a algún arreglo, aunque él negó que esta sea la razón de su visita al Distrito Federal.

Fabián viajaría la noche del martes a Qatar, en compañía de su padre, para concretar su llegada al futbol de aquel país, del que se mencionan los equipos Al-Saad y El Jaish, además de Al-Gharafa, y para realizarse las pruebas físicas y médicas para concretar el fichaje.

Sin embargo, otras versiones apuntan que Fabián podría estar dudando acerca de marcharse al futbol árabe. Una fuente citada por un portal deportivo aseguró que el jugador ya no estaba seguro de aceptar la oferta para viajar a Doha y enrolarse en el cuadro qatarí.

Según esa información, el jugador volvería este mismo martes a Guadalajara para reunirse este miércoles con la directiva de Chivas para definir su situación, pues de no concretarse su partida entrenaría con el resto del plantel que regresa de Culiacán.

Entre las razones que se esgrimen para una eventual negativa de Fabián para fichar en el futbol árabe están el cambio de entrenador en Chivas y la posibilidad de componer las cosas con la dirigencia tapatía.

Las señales no son claras, pues aunque se especula sobre su salida inmediata, ayer por la mañana la directiva tomó la decisión de que el campeón olímpico en Londres 2012 regresara a las prácticas, pese a que aseguraron que no seguiría en la institución.

Un día antes, el presidente deportivo de la institución, Dennis te Kloese, dijo que las negociaciones para la venta del jugador estaban avanzadas y que este miércoles o jueves quedarían cerradas. Sin embargo, advirtió que de no ser así, debería reportarse con el club.

La información de una contratación récord en el futbol mexicano indica que Fabián dejaría al cuadro rojiblanco por 10 millones de dólares, que irían libres a las arcas tapatías, mientras el sueldo del jugador en el club qatarí sería de alrededor de 4 millones de dólares anuales, en un contrato por cinco años.