Hace unos días, el diyéi Dash Berlin convivió con mixtecos y fue tocado por la raíz profunda indígena, por su cultura, su comida, su lengua y habla; por su música. Ahora su ser está marcado por un antes y un después, dijo ayer el originario de los Países Bajos al anunciar que un porcentaje de las ganancias de su concierto del 16 de agosto, en la Arena Ciudad de México, serán donadas a la comunidad mixteca.

Dash Berlin conoció los proyectos que desarrolla la Fundación Promixteca en la región. El diyéi se encuentra actualmente en México como parte de su gira Music is Life 2013.

Aline Clavellina, directora de Marketing de la empresa que trae al músico, comentó: “Dash Berlin es una persona con una alta sensibilidad, que comparte valores y objetivos en materia de responsabilidad social. Luego de un show en Oaxaca, donde recibió un cariño inmenso por parte de los jóvenes de ese estado, nació la iniciativa de apoyar de manera conjunta a los habitantes de la región.

Durante la visita de Dash Berlin a la comunidad mixteca, el artista pudo conocer a sus habitantes y vio el resultado del apoyo que les ha dado la Fundación Promixteca. Tuvo la oportunidad de interactuar con esta cultura milenaria mediante recorridos y pláticas con los líderes.

Durante el concierto, los asistentes podrán conocer más acerca de la comunidad mixteca con la proyección de un video.

Ayer, en la conferencia de prensa, Dash Berlin expresó: Definitivamente, una de las cosas que yo voy a considerar es compenetrarme con la gente que me dio la bienvenida.

El maestro del trance agregó: Mi motivación es apoyar a la comunidad mixteca; quiero hacer algo para mejorarla. Los proyectos que se apoyarán beneficiarán a 150 comunidades y consisten en capacitación para la auto sustentabilidad. Estoy muy orgulloso de pensar que se puede hacer algo. Es fantástico ver cómo la gente es tan creativa y tan amorosa. Eso tocó mi vida.

La gira por México, en la que ha visitado varias ciudades, precisó, le ha dejado varias enseñanzas, pues donde llegó pudo percatarse de las necesidades que genera la pobreza. La gente ha sido muy amable. Es muy difícil ver la pobreza, puesto que eso es muy emocional. Hay gente que no te ha visto antes ¡y es tan amable! Es difícil de explicar. La pobreza no significa maldad.