El corazón de un museo es su colección, expresa el curador Carlos Palacios, respecto de las 27 obras de 15 artistas que, entre 2009 y 2012, ingresaron por diferentes vías a la colección del Museo de Arte Carrillo Gil (MACG). En su calidad de patrimonio, es obligación del recinto presentarlas, agrega con referencia a la exposición Nuevas adquisiciones en la Colección del Museo de Arte Carrillo Gil.

Son obras que, por sus particularidades, tienen una especial pertinencia en el contexto del acervo del MACG. Es decir, su ingreso en la colección obedece, a ciertos ejes que plantea la misma, bien porque se han exhibido en este museo, o porque fueron adquiridas por el Instituto Nacional de Bellas Artes para el recinto. Hubo obras que también fueron donaciones de los artistas en distintas modalidades como Pago en especie, programa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, o por medio del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Los artistas son: Enrique Guzmán, Pablo López Luz, Manuel Mathar, Jonathan Hernández, Magali Lara, Guadalupe Aguilar, Isaac Muñoz, Alejandro Montoya, Gabriela Monroy Siller, Arturo García Bustos, Daniel Joseph Martínez, Cannon Bernáldez, Mario García Torres, Carlos Amorales y Marco Arce.

El doctor Álvar Carrillo Gil donó mil 417 obras de su colección personal para fundar el recinto. A partir de esta donación fundacional, orientada al arte moderno, tanto mexicano como europeo, se han ingresado piezas para sumar más de 2 mil.

Las tradiciones que no se renueven, mueren. El coleccionismo del Estado es relevante en este sentido, acota Palacios. Con la obra ingresan “una especie de nuevas visiones que pueden dialogar con las piezas que ya están aquí’.”

Destaca la necesidad de que entren a la colección con regularidad obras realmente importantes de los artistas. Ejemplificó con la instalación Ciudad subconsciente (2008), de Carlos Amorales, que formó parte de Tiempos violentos/ Shattered glass. Reinterpretando la colección del Museo de Arte Carrillo Gil (2011), muestra en la que se analizó la representación de la violencia en artistas del siglo XX. La pieza es alusiva al sueño recurrente del artista en que se encuentra perdido en una ciudad.

También ejemplificó con el video Una breve historia del legado de Jimmie Johnson (2006), de Mario García Torres, ensayo documental en que el artista reflexiona sobre el papel de los museos y cómo los visitamos.

La exposición está organizada a partir de ciertas constantes que se dieron en el montaje. Una es que muchas de las obras tienen que ver con la condición de la ciudad y las culturas en relación a ella. Palacios agrega que se contemplan más adquisiciones, pero que los procesos no son fáciles.

En el Gabinete de Video se exhibe DDLMYLP (2011), de Carles (sic) Asensio, que es una cita de La mamá y la puta, de Jean Eustache. Asensio invitó a ocho mujeres, entre 18 y 40 años, a ver la película del francés a la filmoteca. Luego, fueron al set, que era su casa, donde a lo largo de ocho horas se filmó cámo las había afectado la cinta. El material fue editado, y quedó en una hora siete minutos.

Con el título de Ningún animal tiene el derecho a preocuparse por lo que pueda ocurrir mañana, Moris exhibe en el Gabinete Gráfico recortes de periódicos intervenidos sobre el amarillismo en las primeras planas. Se trata de quitar las imágenes sangrientas o violentas, y hacer una nueva lectura sobre esas noticias.

El Museo de Arte Carrillo Gil se ubica en avenida Revolución 1608, colonia San Ángel.