Jueves 1º de agosto de 2013, p. 21
Madrid, 31 de julio
La hija menor de los reyes de España, la infanta Cristina, se trasladará a vivir a Suiza en agosto próximo, mientras que su marido, Iñaki Urdangarin, permanecerá en Barcelona para enfrentar los cargos de corrupción por lo que es investigado por la justicia.
La versión oficial de la familia es que la infanta Cristina se traslada a vivir a Suiza junto con sus cuatro hijos porque la empresa para la que trabaja, la entidad financiera catalana La Caixa, le encargó que coordine desde Ginebra los programas de asistencia humanitaria que desarrolla junto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Pero la decisión tiene varias aristas ajenas a la escueta versión oficial, entre ellas la necesidad de alejar a sus hijos del bombardeo mediático y social que provoca el caso de corrupción en el que está involucrado Urdangarín y que les permitió, entre otras cosas, comprar una lujosa vivienda en Barcelona valorada en más de siete millones de euros.
Urdangarin es investigado desde finales de 2011 de haberse apropiado de entre seis y 15 millones de euros del erario público, junto a su socio Diego Torres, cuando estaba al frente del Instituto Nóos, una organización sin fines de lucro en en torno al mundo del deporte.
La mudanza a Suiza supondrá una separación temporal de la pareja real, que desde que estalló el caso de corrupción ha sido apartada de todos los actos públicos de la Casa Real, toda vez que la infanta es directiva de Nóos.
El único imputado de la pareja es Urdangarin, toda vez que en una decisión inusual, la audiencia provincial de Palma de Mallorca decidió anular el cargo contra Cristina como presunta cómplice de su marido y desacreditar los argumentos del juez José Torres.
No obstante, el magistrado inició el 24 de mayo pasado una investigación contra la hija del rey Juan Carlos por un posible delito de blanqueo de dinero.