Indica que le llamó un compañero que viajaba en el convoy
Jueves 1º de agosto de 2013, p. 21
Madrid, 31 de julio.
Francisco José Garzón Amo, el conductor del tren accidentado la semana pasada en Santiago de Compostela, donde murieron 79 personas, se presentó este miércoles voluntariamente ante el juez para ampliar su declaración, en la que identificó a la persona de quien recibió una llamada telefónica minutos antes de ocurrir el descarrilamiento.
El giro de la investigación se dio luego de que el martes el Tribunal Superior de Justicia de Galicia dio a conocer el contenido de dos cajas negras, en que se reveló que el maquinista hablaba por teléfono poco antes del percance, por lo que se estima que tal llamada podría estar en el origen de la distracción que admitió haber sufrido Garzón al entrar en la curva donde ocurrió el percance.
El interlocutor de esa llamada era su compañero Antonio Martín Marugán, el interventor de Renfe, la compañía pública ferroviaria española, que viajaba en el tren
en un vagón trasero. Garzón dijo que la conversación se centró en la vía donde parar al llegar a Pontedeume
, una estación antes de Ferrol, el destino final, para bajar a una familia que tenía problemas de movilidad.
Este contacto telefónico no fue expuesto por el maquinista en su primera declaración que hizo el domingo ante el juez, pues las normas prohíben que se hable por teléfono durante la conducción, salvo en casos de emergencia, y porque no había querido involucrar
a nadie más. Pero ahora el conductor cambió de opinión y se presentó a declarar ante el juez acompañado por su abogada.
También Martín Marugán había ocultado esta llamada en su declaración ante la policía, al parecer para proteger al maquinista
. Este día aceptó en una entrevista de prensa que efectivamente ocurrió tal conversación. Llamé al conductor para pedirle que se apeara una familia
, dijo. Por lo demás, ambos hombres mantenían una estrecha relación de amistad
, agregó.
Garzón, un maquinista experimentado de 52 años, es hasta ahora el único imputado por el juez de 79 homicidios por imprudencia y permanece en libertad con cargos, tras el peor accidente ferroviario de los últimos 40 años que dejó un saldo de 79 víctimas mortales y más de 170 heridos, de los cuales 24 permanecen en estado crítico.
El conductor afirmó que no comprendía por qué no frenó a tiempo, cuando transitaba a 192 kilómetros por hora pese a que la máxima permitida era de 80, según un extracto difundido de su declaración del domingo ante el juez Luis Aláez. Señoría, sinceramente le digo que no lo sé, si no, no estoy tan loco como para no frenar
, explicó durante el interrogatorio.