Hacemos jazz fusionado con música mexicana y árabe, con un concepto moderno, y esto es lo que el público escuchará en nuestro concierto, expresó en entrevista Ricardo Matías Carbajal, líder, pianista y voz de Matoys, que se presentará el miércoles 17 de julio, a las 22:00 horas, en Zinco Jazz Club.

Matoys es un proyecto musical iniciado en 2000 por Matías Carbajal con la colaboración de Dulce Chiang. Lo que nació como una banda electrónica que debutó en el festival Cumbre Tajín en 2002 ha evolucionado a una mezcla de jazz, new age y música del mundo.

Matías es un músico y compositor autodidacta que de manera lúdica creó el mundo sonoro de Matoys y lo ha definido con un colectivo de artistas multidisciplinarios que incluye elementos escénicos.

Discografía

Es compositor de toda la música, arreglista y ejecuta diversos instrumentos en las grabaciones; ha producido y grabado los materiales discográficos del grupo: Matoys 2000 (LP con 8 temas, 2000), Matoys MMV (LP con 12 temas, 2005), Nahui-Atl (EP con 3 temas, 2010) y Mictlán (LP con 9 temas, 2010).

En octubre de 2010, el grupo fue invitado a Seattle, Washington, por el Museo Burke de Historia Natural, a participar en el Festival de Día de Muertos con su propuesta de música mexicana de fusión. Dicho festival es organizado por la Universidad de Washington.

Actualmente, a Matoys lo integran Matías Carbajal (piano, voz), Dulce Chiang (voz), Óscar Castro (saxofón alto), Gustavo E. Salas (vibráfono, acordeón) y Jazzamoart Vázquez (saxofón tenor).

El entrevistado agregó que en México hay jazzistas que utilizan sonoridades folclóricas con resultados interesantes, lo cual ha dado lugar a mezclas con el son o el huapango. “Tal es el caso de Héctor Infanzón, quien cada vez más aprovecha elementos mexicanos, urbanos. Así es el resultado de su disco Citadino. Se oye algo que todos los mexicanos tenemos debajo de la piel”.

Añadió que en el caso de Matoys es su tercer disco el que les da identidad respecto de lo que quieren hacer. En Mictlán, Dulce Chiang, quien hace las letras, se dio a la tarea de investigar lo relativo al mictlán, lugar de los muertos, los nueve niveles en los que uno tiene que pasar camino al inframundo; por eso son nueve los temas. El tiempo de cada pieza es especial porque consideramos que estamos en la frontera del jazz, entre la música del mundo y el jazz, del cual usamos algo de improvisación. Tocamos el piano, el vibráfono, los saxofones, y en este caso la voz tiene que ver más con otros géneros. Nuestros temas no son tan extensos como en el mundo del jazz, pero por las improvisaciones libres en vivo suelen hacerse más largos.

Para él, en el Distrito Federal sí hay una escena del jazz, con sitios en varias zonas. Hay mucho talento de músicos mexicanos jóvenes, que conviven con los músicos tradicionales, que pasan la estafeta a los que siguen sus pasos. Lo padre de la música es la relación entre generaciones. Para esta ocasión, en el Zinco nos acompañará en el bajo Alfredo Landa, fundador de Jazztlán.

Como una gran familia

Agregó: Los músicos de jazz tocan en varios grupos y apoyan a uno que otro proyecto. Esto es como una gran familia. Este sentimiento se está transmitiendo al ámbito de los roqueros. Se trata de no restringirse a un solo proyecto.

Expuso que en el Zinco el público escuchará una mezcla de géneros con excelentes instrumentistas. La orquesta estará integrada por siete músicos. Matoys surgió de un juego de palabras, porque yo me llamo Matías y tengo una colección de juguetes. Además, se ajusta bien, porque la idea es hacer música de una manera lúdica. Aseguramos que en vivo oírnos es una experiencia porque a cada tema le aportamos algo nuevo cada noche.

Matoys estará en concierto, en el Zinco Jazz Club, localizado en Motolinia 20, en el Centro, 17 de julio, 22:00 horas. Boleto: 100 pesos.