Le Mans, 22 de junio.

El piloto danés Allan Simonsen murió después de sufrir un grave accidente durante la prueba de automovilismo de las 24 horas de Le Mans.

El experimentado Simonsen, de 34 años, chocó contra las barreras protectoras en la tercera vuelta bajo la llovizna. Pisó con su Aston Martin la señalización azul y perdió el control del vehículo durante su carrera favorita.

No hubo otro conductor involucrado en el accidente.

De momento no se dio a conocer información sobre las causas precisas de su muerte. En un comunicado de los organizadores, Automobile Club de l’Ouest (ACO), se indicó solamente que el danés falleció poco después de su llegada al hospital por las lesiones sufridas.

Nuestros pensamientos están con todos los familiares y los que estuvieron cerca de Allan Simonsen, se señaló en un comunicado difundido a través de su página web.

Las cámaras del canal Eurosport, que transmite la competencia, no mostraron las imágenes en las que podrían reconocerse los motivos del accidente.

Pese a que el automóvil sufrió severos daños, inicialmente no hubo indicios de que el experimentado piloto, con dos podios en Le Mans (GT2), hubiera sufrido heridas graves.

Los restantes cuatro Aston Martin continuaron corriendo por deseo de la familia de Simonsen, según lo dio a conocer el equipo británico.

Simonsen, nacido en julio de 1978 en Odense y residente en Mónaco, se convirtió en el muerto número 117 en el 90 aniversario de la mítica carrera de resistencia.

El último deceso se había producido en 1997, cuando falleció el piloto francés Sebastien Enjolras durante la prueba de clasificación.

El accidente más grave en la tradicional carrera tuvo lugar en 1955, cuando tras una colisión el francés Pierre Levegh embistió contra una tribuna. Levegh y 83 espectadores perdieron la vida en el trágico hecho.