Fortaleza. Una eliminación prematura, un futbol que no termina de convencer, contradicciones respecto de una noche de fiesta y un horizonte mundialista bastante difuso es el panorama que afronta la selección mexicana en sus últimos días en la Copa Confederaciones. El equipo dirigido por José Manuel De la Torre se despidió del torneo con apenas dos partidos disputados, en los que no pudo conseguir ni un punto y tampoco logró asentar la base de su juego. Hay también opiniones encontradas de los protagonistas sobre lo ocurrido la noche de la caída ante Italia en Río de Janeiro y los rumores sobre un posible cambio de técnico para la etapa final de las eliminatorias rumbo al Mundial 2014. No estamos contentos, estamos con impotencia. Creo que cuando intentas proponer cosas nuevas y los resultados no se te dan, todo cuesta el doble después. Necesitamos un poco de fortuna. El equipo jugó bien contra Brasil y no pudimos anotar ni un gol, eso es muy duro, afirmó el portero Jesús Corona.