Largos traslados afectan rendimiento escolar, revela un libro
barrio universitario
Miércoles 19 de junio de 2013, p. 44
Las universidades se encuentran lejos de la residencia de la mayor parte de los estudiantes, como demuestra el hecho de que el promedio de tiempo de traslado entre un lugar y otro es de dos horas –que pueden llegar a tres, en el caso de quienes viven en Texcoco o Tecámac, por ejemplo–, en detrimento del rendimiento escolar del alumno, revela un estudio de la de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Azcapotzalco.
Por ello, conviene cambiar la visión sobre las nuevas instalaciones y apostar por un barrio universitario
, privilegiando la centralidad metropolitana, en lugar de continuar con modelos de gran campus en la periferia de la ciudad que han prevalecido hasta ahora, expuso el especialista en urbanismo Óscar Terrazas, coautor de la investigación.
Al lado de María Elena Rodríguez y Jacqueline García, el investigador adscrito al área de Estudios Urbanos encontró en una primera fase de la investigación que conviene ubicar las instalaciones universitarias cerca de estaciones de metro y metrobús (medios de transporte más utilizados por los jóvenes), pues los estudiantes ocupan en promedio dos horas para llegar y quienes viven más cerca lidian con transbordos complicados y eso es alarmante
.
Advirtió que en los últimos años los docentes encontramos cada vez más seguido alumnos que se quedan dormidos, sobre todo en las primeras clases de la mañana. Su rendimiento se ve afectado
. Los resultados de la primera fase del estudio se encuentran recogidos en el libro Las instituciones de educación superior en la centralidad metropolitana de la ciudad de México, de reciente publicación.
En entrevista, explicó que el esquema de gran campus requiere de terrenos de dimensiones considerables que sólo pueden conseguirse en las orillas de la ciudad, donde los precios del suelo son bajos, pues los predios centrados y bien ubicados siemre se cotizan alto.
El resultado, dijo, ha sido casi que los campus se localizan lejos de todo, con servicios de transporte en proceso de introducción y con servicios de apoyo deficientes para las actividades universitarias.
La universidad tiene que estar en lugares accesibles y con los servicios de apoyo adecuados, lo cual remite al ámbito de la centralidad metropolitana.
El problema es que no resulta fácil adoptar esta nueva visión porque para los rectores inaugurar un nuevo campus tiene muchísimo peso, políticamente hablando
, añadió.