Brasilia, 15 de junio.

Las protestas en el entorno del Estadio Nacional Mané Garrincha antes del partido de hoy entre Brasil y Japón, en la apertura de la Copa Confederaciones, dejaron 16 detenidos y 27 lesionados: 23 manifestantes y cuatro agentes. La Policía Militarizada (PM) informó que hubo, además, seis menores detenidos y que la mayoría de los arrestos fueron por desacato, lesión corporal, resistencia y desobediencia.

Más de mil manifestantes contrarios a la realización de este torneo y del Mundial de 2014 se enfrentaron violentamente con efectivos de la PM, que reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos y pimienta.

Con la consigna ¿Mundial para quién?, los inconformes repudian el uso de dinero público para la preparación de las justas deportivas, en detrimento de las urgentes y necesarias inversiones en vivienda, salud y educación.

De acuerdo con el Servicio de Atención Móvil de Urgencia, los heridos no revisten gravedad. El conflicto entre los policías y los manifestantes comenzó alrededor del mediodía y se reanudó cerca de las 14:20 horas en las inmediaciones del estadio.

Los inconformes quedaron aislados de los aficionados que llegaban para el partido, que comenzó a las 16 horas. Un hombre fue atropellado por un automóvil de la policía, pero no sufrió lesiones graves. Un grupo que había sido aislado consiguió romper el cerco y corrió en dirección a las entradas del inmueble, ante lo cual la PM respondió con balas de goma y bombas de gas lacrimógeno.

Antes de que la PM divulgara su informe, el gobierno anticipó que los agentes habían hecho uso progresivo de la fuerza desde las primeras horas de la protesta, garantizando la actuación pacífica y el control absoluto del movimiento, que fue organizado mediante las redes sociales.

La manifestación comenzó en la terminal de autobuses de la capital y cuando se dirigiría al estadio fue atajada por la PM. Luego de las escaramuzas, muchos inconformes consiguieron llegar a los portones del estadio cerca del mediodía.