Investigadores de la Universidad Iberoamericana trabajan en un proyecto para reducir la producción de gas de efecto invernadero derivado del estiércol de ganado vacuno con un tratamiento termoquímico que permitirá obtener hidrógeno, generar calor y electricidad, así como productos para fertilizantes que aceleran el crecimiento de las plantas.

Alberto Salinas Franco, del departamento de Ingeniería y Ciencias Químicas de esa casa de estudios, encabeza la investigación Desarrollo de procesos sustentables para el aprovechamiento de estiércol, cuyo propósito es construir en tres años una biorrefinería, en la que se generen productos de mayor valor agregado, como el hidrógeno, que podría usarse como combustible de motores en lugar de gasolina.

El proyecto consiste en dar un tratamiento termoquímico a altas temperaturas al estiércol, que lo descompone en un gas de síntesis con buen contenido energético y del cual se obtienen butano, hidrógeno, propano y metano; los dos últimos podrían incluso ser suministrados para el consumo en casas habitación.

Falta retirar el alquitrán

Por el momento esos gases se utilizan exclusivamente para generar calor, pues falta retirarles el alquitrán (que al condensarse se pega en las superficies metálicas y causa taponamientos) para poder emplearlos en motores de combustión interna que generen electricidad o muevan vehículos de transporte terrestre, como los microbuses.

De no tratarse apropiadamente, el estiércol se convierte en un contaminante del aire, suelo y agua, pues al descomponerse produce metano, que tiene capacidad de gas de efecto invernadero superior a la del bióxido de carbono.

Se estima que una vaca lechera produce en promedio 50 kilos de estiércol por día, es decir, unas cien mil toneladas diarias en el país, toda vez que México cuenta con aproximadamente dos millones de cabezas, informó la Uia en un comunicado.