Los migrantes rescatados el pasado martes por elementos del Ejército –luego de permanecer secuestrados en una casa de seguridad en Tamaulipas– empezaron a ser repatriados y, hasta el momento, ninguno ha presentado denuncia penal.

Fuentes del Instituto Nacional de Migración (INM) informaron que los 151 extranjeros fueron recibidos el viernes en la estación migratoria de Iztapalapa, donde se constató su estado de salud, se verificaron sus datos generales y se inició el proceso de repatriación, la cual se espera que concluya en las próximas horas.

Es decir, hasta el momento ninguno ha pedido refugio o visa humanitaria. Por cuestiones de seguridad, no se dan a conocer las rutas y horarios de los traslados.

En este bloque había 20 menores de edad y, entre ellos, siete niños –menores de 13 años. Salvo uno o dos, el resto de los pequeños viajaba en compañía de sus padres y/o algún familiar. De igual forma, fueron rescatadas dos mujeres embarazadas, una salvadoreña y otra hondureña.

Integrantes del grupo declararon que fueron privados de su libertad por sujetos armados, quienes extorsionaban a sus familiares residentes en Estados Unidos, y sólo al recibir dinero les iban a permitir continuar su camino a la frontera norte mexicana.

El vocero del gabinete de seguridad, Eduardo Sánchez, advirtió el jueves que traficantes de personas, conocidos como polleros están entregando a los migrantes a bandas criminales, con fines de secuestro y extorsión.

Los funcionarios del INM consultados explicaron que no es común que los migrantes presenten denuncias por tres razones fundamentales: pactaron, desde su lugar de origen, su traslado irregular a México con el fin de avanzar hacia Estados Unidos; temen represalias porque sus familiares, tanto en su país de origen como de destino, están ubicados por los grupos de polleros y/o secuestradores o porque pese a la repatriación volverán a intentar el cruce.

El INM asegura que las devoluciones se realizan con apego a la ley y respeto a los derechos humanos; la repatriación de este grupo de 151 extranjeros se inició el viernes y se espera que concluya este fin de semana.

En ese mismo operativo, a cargo de elementos del Ejército, fueron rescatados también 14 mexicanos.

Los hechos ocurrieron en la colonia Las Fuentes, municipio Gustavo Díaz Ordaz, en Tamaulipas, luego de que el Ejército recibió una denuncia anónima. Los militares detuvieron a Juan Cortés Arrez, quien estaba a cargo de la custodia de la casa en donde permanecieron por dos o tres semanas los migrantes.

El grupo de extranjeros estaba integrado por 77 salvadoreños, 50 guatemaltecos, 23 hondureños y uno de India.

Agresiones sin freno

El hallazgo y rescate de 165 migrantes secuestrados en Tamaulipas –la cantidad más alta de la que se tenga registro hasta ahora– demuestra que las agresiones en contra de los trabajadores internacionales sin documentos continúan sin ningún freno e incluso han aumentado en los últimos meses, pese a las reiteradas voces de alarma, advirtieron activistas y académicos especializados en el tema.

Alberto Xicoténcatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, advirtió que desde mediados de 2012 y hasta la fecha se han recrudecido los secuestros contra indocumentados, sin que ninguna autoridad intervenga para detenerlos.

Los 72 migrantes asesinados en San Fernando fueron nada más la punta de un iceberg. Tristemente, los secuestros empezaron a repuntar justo cuando empezaron las campañas por la Presidencia de la República y todo mundo estaba involucrado en ese tema. Tamaulipas no ha dejado de ser un punto rojo, pero tenemos muchos más casos en todo el país, deploró.

De acuerdo con Xicoténcatl, si el fenómeno de los secuestros masivos de migrantes sigue vigente es debido a la complicidad de los grupos delincuenciales con servidores públicos.

Sabemos que el Ejército llega a las casas de seguridad (de los criminales) y les cobra por mantenerse en silencio. Lo que pasó hace unos días en Tamaulipas más bien se trata de un descubrimiento casual y no resultado de una investigación real, enfatizó.

Por todo lo anterior, dijo el activista, es válido concluir que en Tamaulipas y otras entidades no hay gobiernos democráticos, sino políticos impuestos por la delincuencia organizada. Quisiéramos pensar que pronto va a haber más rescates de migrantes, pero tenemos la convicción de que la acción pasada fue casual y que la siguiente liberación va a ser nota de primera plana dentro de muchos meses.

Leticia Calderón, investigadora especializada en migrantes, subrayó que además de la propia tragedia que viven los indocumentados, lo más grave del asunto es la incapacidad del gobierno mexicano para escuchar a las voces valientes que han denunciado con insistencia, con pruebas en mano, que este problema sigue ocurriendo.

Para la académica del Instituto Mora es impresionante que esta alarma no sea tomada en cuenta, aunque la digan con pelos y señales. Todo esto está anunciadísimo, pero si el gobierno mexicano no ha hecho nada es simplemente porque no ha querido.