Viernes 7 de junio de 2013, p. 39
El intento de desalojar el Centro de Rehabilitación Romero de Terreros por parte de Nacional Monte de Piedad demuestra que las personas de la tercera edad no tienen opciones para gozar de atención y una mejor calidad de vida, en un vacío institucional que es cubierto –muchas veces de forma errónea– por instituciones privadas, señaló Rocío Culebro, directora ejecutiva del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia.
El que los ancianos acudan a instituciones de ayuda privada se debe a que prácticamente no hay ningunos otros servicios a los cuales puedan recurrir. Por eso es importante reforzar la política pública de los Centros de Asistencia e Integración Social (CAIS), que de todas formas no son suficientes porque sólo hay dos dedicados a los adultos mayores
, lamentó la especialista.
A la falta de una política social ad hoc para las personas de la tercera edad, se suma el hecho de que una gran cantidad de instituciones de asistencia privada no puedan cumplir con las promesas de atender adecuadamente a esta población.
Por lo anterior, Culebro llamó al Gobierno del Distrito Federal a crear y fortalecer a las instituciones encargadas de atender a los ancianos, pero cumpliendo con todos los estándares de calidad necesarios para ayudarlos a tener una vejez digna, con servicios de salud y atención integral de acuerdo a las necesidades de cada persona.
En el fondo, todo esto tiene que ver con la falta de alternativas, la pobreza. El abandono de la gente de la tercera edad que acude ahí porque no quieren sentirse como una carga. Es en tema que ya se está analizando a nivel mundial porque la población de adultos mayores cada vez es más grande
, subrayó la activista.
Para evitar que dicha crisis se profundice, Culebro indicó que es urgente atender la descomposición social que afecta a sectores vulnerables, como el de los ancianos, en vez de sólo administrar un conflicto.