En todas las direcciones de la rosa de los vientos, en la República Mexicana se produce el arte de tejer con fibra, que da lugar a creaciones de manos de artesanos, como canastos para las tortillas, sillas resistentes, juguetes como caballitos y muñecas, manos de metate para atizar la lumbre de un anafre... objetos que por cotidianos se usan y se tiran muchas veces sin valoración alguna, expresó en entrevista Rodolfo Rodríguez Castañeda, director del Museo Nacional de Culturas Populares de Coyoacán, quien informó de la exposición De pura fibra: el arte de tejer la naturaleza.

Palma, mimbre, junco, sansiviera, romerillo, tule, henequén, lechuguilla, agave, ixtle, paja, torote, cachanillla, panikua, jipijapa y jonote, son algunos de los nombres de las plantas que sirven para entretejer petates, tompeates, petacas, soyates, chiquihuites, tenates, mecapapales, canastos, cestos, colotes, sombreros y jaulas.

Añadió que ese arte de entrelazar o tejer las fibras naturales sin necesidad de hilarlas previamente y usando como únicas herramientas las manos, los pies, alguna aguja, paciencia y destreza, se conoce como cestería, de la cual se dice fue el primer oficio artesanal, ya que las mujeres, tomando como ejemplo los nidos de los pájaros idearon, con ramas diversas, los primeros recipientes para recolectar, guardar y transportar los alimentos. Con el tiempo las cestas fueron cubiertas con lodo o barro, dando origen a la alfarería.

Posterior a las cestas, por su facilidad para flotar se convirtieron en trampas para atrapar peces.

Las técnicas de tejido son múltiples y varían según la región y tipo de planta. La técnica más usual es la del tejido liso o bidimensional, de donde resaltan las técnicas de tafetán, que consisten en entrecruzar las fibras, una vertical y una horizontal; la esterilla es un tejido doble; el taletón consta de dos hilos verticales por uno horizontal. Tejido tridimensional, circular, ovillado, red o malla.

Es una colección del museo y algunas piezas son prestadas. Para nosotros son objetos efímeros, que se ensucian, son tirados y se compran otros. Por eso aquí las presentamos de manera más digna. Se exhiben más de 100 piezas y tienen valor único, afirmó Rodríguez Castañeda.

El museo está en avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen Coyoacán. Los domingos hay talleres para niños.