Empató el marcador global 2-2 en los últimos 5 minutos del tiempo regular
Cruz Azul, que se puso en ventaja, no pudo finiquitar el partido pese a tener un hombre más
Lunes 27 de mayo de 2013, p. a41
¡América es grande! El equipo de Miguel Piojo Herrera hizo la hombrada y con 10 jugadores desde el minuto 13 se levantó de la lona para tocar la gloria y acabar con ocho años de sequía en una noche lluviosa y de locura. Las Águilas empataron de manera agónica el global 2-2 para imponerse en penales 4-2 y conquistar su décimoprimer cetro.
Vibrante final tuvo la disputa por el título Clausura 2013. Al instante en que Miguel Layún rubricó la victoria, Miguel Herrera cayó de hinojos –su tercera final fue la vencida–, encajó el rostro lloroso en el pasto y enseguida se levantó para abrazar a sus auxiliares.
Christian Benítez de inmediato pagó la manda convencido de haber cumplido una encomienda divina, y desde el manchón penal avanzó de rodillas, acompañado de Juan Carlos Medina, hasta la portería sur, la de los penales, para enseguida celebrar la épica victoria.
Oe, oe, oe, oeee, campeón, campeón
, clamaba el Coloso de Santa Úrsula, que embelesado contemplaba a sus ídolos saltar jubilosos con las medallas en el cuello. Extasiados, orgullosos, felices, dieron la vuelta olímpica con el trofeo en alto, enmarcado todo en un estadio Azteca vivo como nunca, tupido de celulares que centellaban como estrellas.
La historia fue increíble. Cuando la suerte parecía echada y todos esperaban el pitazo final, el América resucitó y arrebató la gloria al Cruz Azul, que había fallado tres opciones, dos en los botines de Pablo Barrera y otra de Teófilo Gutiérrez.
América, con un hombre menos desde el minuto 13, ganó 2-1 con tantos de Aquivaldo Mosquera al minuto 88 y con gol de palomita del portero Moisés Muñoz. La Máquina había tomado ventaja al 20 con tanto de Gutiérrez, pero el 2-2 global forzó a los tiempos extras que antecedieron a los penales.
En la memoria queda ese acto de arrojo de Moi Muñoz, del cabezazo que precedió al delirio, la borrachera del festejo inesperado.
Como se preveía, el América arrancó con ritmo frenético, afanoso por anotar un gol, ganó dos tiros de esquina que no produjeron nada, en tanto, el Cruz Azul se defendía expectante, listo para emprender el contragolpe.
La tuvo al minuto 13, cuando Pablo Barrera descolgó al frente y superó fácilmente a Diego Reyes, Jesús Molina no lo pensó dos veces, se le colgó de la cintura y derribó al Dinamita.
El silbante Paul Delgadillo ya había dado prueba de que llegó decidido a aplicar el reglamento a rajatabla, pues al minuto 4 amonestó a Alejandro Castro, y en esta ocasión mantuvo esa línea de rigor, sacó del bolsillo trasero la tarjeta roja para enviar a las regaderas a Jesús Molina (13).
Al 19 de acción Barrera dio pase filtrado al colombiano Gutiérrez, quien a pesar de la marca encimosa de Aquivaldo sacó tiro cruzado que pegó en el poste derecho de la meta defendida por Muñoz y decretó el 1-0 que ensombreció el ambiente.
El Piojo Herrera se metió las manos a los bolsillos, se frotó el mentón y algunos minutos después sacó a la joya de exportación, a Diego Reyes que se fue desolado del campo y dejó su lugar a Miguel Layún.
Guillermo Vázquez, estratega cementero, decidió sacar al amonestado Israel Castro y metió al atacante Chuletita Orozco. La Máquina ganó un par de tiros de esquina, pero su juego era más mesurado, rotó el balón aderezado por los infaltables ole, ole, ole
que le dedicaban las felices porras cementeras, ubicadas en la cabecera norte.
América tuvo una gran opción al 40, cuando Benítez dio pase a un Raúl Jiménez que no supo resolver ante la salida del guardameta Jesús Corona. El técnico local hizo un berrinche fenomenal mientras estallaba en un sector del graderío el jubiloso ¡Venga Corona, venga Corona!
En el complemento, La Máquina mantuvo un buen accionar en la defensa, pero falló de manera indolente, imperdonable, las ocasiones que tuvo para liquidar el partido. El Dinamita Barrera se estrelló dos veces con la eficiencia de Muñoz, quien en sendas ocasiones se lanzó con precisión para impedir la anotación.
América atacaba sin plan ni estrategia, peor aún cuando el Piojo Herrera mandó al campo al Hobbit Bermúdez y después a Osvaldo Martínez, quienes se sumaron a Benítez y a Raúl Jiménez en total desorden.
A la Máquina se le escapó una nueva opción cuando Barrera sirvió al Chaco Giménez y éste a Teo Gutiérrez, cuyos remates rebotaron en el poste derecho.
Nadie vestido de azul lamentó el fallo porque faltaban 10 minutos para el final, al contrario, estalló festivo el grito de azul, azul
y el Cielito lindo fueron entonados por los aficionados cementeros.
Cuando ya varios americanistas buscaban el túnel más cercano para salir, el Hobbit Bermúdez centró a segundo poste donde remató preciso Aquivaldo Mosquera para el 1-1. Cruz Azul siguió impávido, esperando el pitazo final, cuando las Águilas ganaron un tiro de esquina, al remate fue Moi y con un testarazo desviado por el defensa curzazulino marcó el 2-1 (2-2 global), con la colaboración del defensa Alejandro Castro.
En el primer tiempo extra la iniciativa fue del América. Benítez tuvo arribos frente a Corona, quien de nuevo se erigió como la figura salvadora para los celestes. Y en el segundo tiempo añadido ya los 21 hombres rezumaban fatiga.
En la ronda de penales acertaron Raúl Jiménez, Christian Benítez, Osvaldo Martínez y Miguel Layún. Por Cruz Azul fallaron los iniciadores Javier Orozco y Alejandro Castro, y sólo acertaron Rogelio Chávez y Gerardo Flores.
Cruz Azul, que se mostró apático en gran parte del partido, sigue con su mala racha de no ganar la liga desde 1997.
El directivo cementero Alberto Quintano informó su renuncia al equipo.
(Con información de Erendira Palma)