Dirigentes y diputados del PRI aplauden la decisión de Peña
Jueves 16 de mayo de 2013, p. 11
En el medio político, tanto el PAN como el PRD dieron la bienvenida a la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de remover de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) a Humberto Benítez Treviño. No obstante, el sol azteca subrayó que existen otros personajes a los que también se debería sancionar, entre ellos al líder petrolero Carlos Romero Deschamps, al ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira y a la titular de la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles.
El PRI, en voz de su dirigente nacional, César Camacho Quiroz, aseguró que la determinación es ‘‘una expresión de congruencia y una decisión firme’’ del gobierno de Peña Nieto, y al igual que lo hizo el gobierno federal, defendió la trayectoria del ahora ex funcionario, al argumentar que se vio envuelto, de manera involuntaria, ‘‘en una comedia de equivocaciones’’ y de francos excesos en el ejercicio de la función pública.
El secretario general del PRD, Alejandro Sánchez Camacho, insistió en que también se debe actuar en el caso de Rosario Robles y dijo que una medida de esa naturaleza sería la demostración de que el actual gobierno federal en verdad es diferente. Pero si no se actúa en contra de la funcionaria federal, expuso que tal vez hay poderes más altos que el de Peña Nieto que la protegen. ‘‘No hay que descartar la posibilidad de que el ex presidente Carlos Salinas de Gortari la esté apoyando’’. Añadió que el agravio cometido por Robles es mayor para la población, pues es la operadora de una estrategia electoral que busca comprar votos y hacer crecer el número de simpatizantes del PRI con miras a los comicios de 2018.
Por otra parte, en su cuenta de Twitter, el dirigente del PAN, Gustavo Madero, dio la bienvenida a la remoción, a la que calificó de rectificación, mientras su homólogo del PRD, Jesús Zambrano, exigió también en las redes sociales que con la misma convicción se combata a Romero Deschamps y a Moreira.
Entre diputados la destitución propició adhesiones y dudas. Jesús Valdés, legislador priísta, consideró que el mensaje de Peña Nieto, intrínseco en su decisión, adquiere ‘‘más valía porque Humberto Benítez es una persona cercana al Presidente, lo conoce bien, y aun con una relación de por medio opta por cesarlo. Sin duda esto es una señal clara, traslúcida, de que no se permitirá la prepotencia ni la impunidad en el gobierno federal’’, dijo el legislador.
En su turno, Lilia Aguilar, diputada por el Partido del Trabajo, dijo que la remoción ‘‘era algo necesario, no porque Benítez haya incumplido, es una víctima de un acto de abuso de autoridad de su hija’’. Asimismo, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Aleyda Alavez (PRD), adujo que en medio de tantas anomalías e impunidad, la decisión constituye solamente un botón de muestra en un mar de opacidad.
La senadora panista Mariana Gómez del Campo dijo que la salida del titular de Profeco ‘‘llega 19 días tarde y obedece a la presión ciudadana ejercida a través de las redes sociales’’, y a su vez la senadora priísta Verónica Martínez aseguró que esto ‘‘es prueba’’ de que Peña Nieto ‘‘ha tenido firmeza en sus decisiones y que en el país prevale el estado de derecho y la rendición de cuentas’’.
Finalmente, el coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa, calificó de ‘‘atinada’’ la decisión del gobierno federal.