Buenos Aires 15 de mayo.

El gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, negó hoy en forma terminante que exista o haya existido una intención de intervenir el diario Clarín, que pertenece al grupo del mismo nombre, uno de los mayores monopolios mediáticos de América Latina, que se ha negado hasta ahora a cumplir la ley de medios audiovisuales, considerada uno de los ejemplo de democratización de la prensa.

La sola información falsificada sobre una supuesta intervención, de la que nunca se habló, es parte de una intensa campaña antigubernamental de la oposición, que maneja aquí mayoritariamente la distribución informativa en todo el país.

El Ejecutivo no tiene ningún medio gráfico con el alcance local que tienen los periódicos Clarín y La Nación, dueños mayoritarios de la empresa Papel Prensa que se adquirió en una maniobra irregular durante la pasada dictadura militar (1976-1983) mientras eran perseguidos y detenidos los dueños de esa empresa. La ley de medios audiovisuales que Clarín se niega a aceptar no sólo remplazó a la que estableció la dictadura, sino que es la legislación más democrática en la historia nacional, ya que en su preparación participaron universitarios, profesores, periodistas, politólogos, sindicatos de prensa, y diversas organizaciones sociales en todo el país, a lo largo de debates durante 22 años.

Fue votada por mayoría del Congreso en 2009, ratificada por la Corte Suprema de Justicia y además reconocida por organismos internacionales como una legislación democratizadora y ejemplar.

La campaña de Clarín y sus asociados múltiples que atribuía al gobierno la intención de apropiarse de los medios se produce cuando éstos intentan despedir trabajadores, por una parte y reorganizar sus plantas.

Pero no es la única campaña sucia y además replicada por todos los medios masivos del poder hegemónico a nivel global, sino que por su parte, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, un empresario derechista y ligado en la Fundación Pensar que preside a otras que trabajan con las oficinas de inteligencia estadunidense, como se ha denunciado aquí, firmó anoche un Decreto de Necesidad y Urgencia para supuestamente garantizar la protección de periodistas y medios de comunicación en su jurisdicción, donde tienen su sede la mayoría de los medios de alcance nacional.

Tratando de justificar esta medida Macri dijo que existe una aceleración del plan nacional de hostigar y silenciar a los periodistas y los medios independientes que quedan en Argentina.

En realidad los medios masivos de comunicación privados, tanto escritos como radiales y televisivos, son los que llegan, por su poder, a la mayoría de las audiencias en todo el país. Además de Clarín y La Nación están Perfil, Infobae, Ámbito Financiero, y otros, algunos más violentamente opositores, y la mayoría de los diarios que se editan en las capitales del interior del país, muchos de los cuales, pertenecen al Grupo Clarín o a antiguas familias del poder económico.

El diario Clarín, que fue uno de los más importantes no por el medio millón de ejemplares que en su momento distribuía, sino por algunos de sus contenidos, ha disminuido notablemente su calidad, dedicando casi todas las páginas a su enfrentamiento con el gobierno y a informar negativamente sobre cada paso que da el Ejecutivo, como surgió de un debate sobre medios realizado por universitarios y estudiosos de la información, en foros en distintas provincias.

El decreto de Macri intenta conformar un fuero especial dentro del Poder Judicial capitalino, para tratar los temas de libertad de prensa y aún debe ser refrendado por la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires, donde hay una fuerte resistencia de los sectores más progresistas.

De acuerdo al abogado constitucionalista Roberto Boico, el decreto de Macri resulta inviable ya que pretende sustraerse de la autoridad federal creando una suerte de inmunidad (en la capital) de los medios de comunicación, como señala hoy Página 12.

Es evidente que estas campañas –como las denuncias sobre presuntos lavado de dinero, de los cual no existen pruebas- tratan de desacreditar no sólo a la presidenta y su entorno, sino a su ya fallecido esposo, el ex presidente Néstor Kirchner, figura emblemática entre la activa juventud del Frente para la Victoria gobernante.

La aparición de una ex secretaria de Néstor Kirchner, que en realidad no lo fue, sino que trabajó en el centro de comunicación del ex presidente y ex gobernador de Santa Cruz, en el sur del país, se realiza a sólo seis meses de las importantes elecciones legislativas, que coinciden con la mitad del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, que finaliza en 2015, advierte Página 12.

Se trata de quitar al gobierno la mayoría en ambas Cámaras y hay una carrera opositora de la derecha más recalcitrante, unida, como el agua y el aceite, con sectores socialistas moderados y hasta conservadores, además de algunas izquierdas radicalizadas e incluso sectores militares de las viejas dictaduras, que recurre a los más variados planes para desestabilizar al gobierno.

Macri, enfrenta por ejemplo en estos momentos una serie de recursos de amparo, incluyendo uno por el decreto dictado, pero también por las violentas represiones de los últimos tiempos contra un hospital público, empresas recuperadas, desalojadas con extremo uso de la fuerza y que han dejado varios periodistas heridos con balas de goma.

La mayor parte de periodistas que han sufrido represión en los últimos tiempos y en marchas opositoras, han sido todos pertenecientes a medios cercanos al gobierno, ninguno de los cuáles puede competir con los privados en alcance nacional .

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, calificó la versión de la intervención del periódico como otra vergüenza y una falta de respeto a la gente.

Sostuvo que a poco de andar va a quedar demostrado que esas versiones son una payasada, una gran mentira, de las tantas que nos tienen acostumbras desde algunos medios de comunicación

¿Cuántos medios hemos intervenido desde el 25 de mayo de 2003? (fecha en que asumió la presidencia Néstor Kirchner) dijo a su vez el senador Aníbal Fernández, quien recordó la cantidad de mentiras, insultos y barbaridades que se han dicho sobre el gobierno.

Curiosamente las versiones sobre la supuesta intervención del diario circularon después que diputados oficialistas presentó la semana pasada un proyecto para expropiar 24 por ciento de las acciones de la empresa Papel Prensa, el único proveedor de papel para diarios de Argentina, cuyo paquete accionario corresponde en 49 por ciento a Clarín, 22.49, a La Nación y el 17 por ciento al Nacional sólo el uno por ciento a accionistas menores

Fue un columnista del diario La Nación que lanzó la idea de la intervención del diario Clarín, hablando también de una inexistente posible confiscación del paquete accionario de Papel Prensa, lo que determinó una reacción abrumadora de la oposición con presentaciones judiciales solo en base a rumores periodísticos.

La presidenta por su parte había intervenido ayer en un importante congreso sobre el tema de la democratización de la justicia, en un proyecto que ya ha sido votado en parte en el Congreso. Sobre este tema también las falsificaciones y mentiras, han circulado envenenando en la necesidad de una justicia que no tema a las corporaciones y señaló que no puede haber una justicia mediática.

Al defender el proyecto de reforma del Poder Judicial que aún continúa en votación en una de las últimas normas en el Congreso y lanzó una propuesta aplaudida por centenares de participantes de realizar foros y debates en todo el país para evaluar nuevos cambios, advirtiendo que no va a proponer una reforma constitucional.

Queremos una Justicia que acometa contra las corporaciones que han saqueado al país. Cómo no van a poder hacerlo si hay una sociedad entera que lo reclama, dijo la mandataria, quien señaló que hay que volver a vincular Justicia con igualdad.