Plaza Garibaldi, el lugar donde canta el rico y llora el pobre, como la describen los mariachis, a pesar de que fue sometida a diferentes programas de recuperación y rehabilitación, se encuentra inmersa en una zona de tolerancia, a tan sólo unos pasos de las colonias Guerrero, Merced, Morelos y Centro.

Sus límites hacen la diferencia. Con sólo cruzar el Eje Central Lázaro Cárdenas, de verse los tradicionales bares como El Tenampa y el Salón Tropicana, empieza un escenario urbano de loncherías, antros tolerados que lo mismo son tienditas que casas habitación acondicionadas como negocios, donde lo menos son los abusos o cuentas excesivas.

Son sitios de prostitución, venta de drogas y bebidas adulteradas que operan a cualquier hora del día, aseguraron residentes, quienes pusieron de ejemplo la calle República de Perú, donde al mediodía la cantina El 33 ya anunciaba el inicio de sus servicios con música a todo volumen.

Otro lugar señalado por los habitantes está en República de Cuba, donde, a pesar de que las cortinas de metal estaban abajo y sin ningún anuncio que lo identificara, el movimiento de personal permitió evidenciar el antro.

No es difícil detectar los negocios que a pesar de contar con permisos violan todas las normas, leyes y reglamentos que regulan los establecimientos mercantiles. Lo saben las autoridades, se les han dado direcciones pero continúan trabajando, informaron integrantes de la Asociación de Comerciantes Establecidos de la Plaza Garibaldi.

Reconocieron la situación del bar The Palace, donde fue golpeado el estadunidense Malcolm-Latif Shabazz. Pese a ello, esperarán que “la marea baje, lo que implica que nos mandarán un operativo, pero para nosotros, los establecidos, luego de un rato, el antro volverá a operar, con otro nombre o razón social, porque así funcionan las cosas aquí”.

Comentaron que en los negocios establecidos de la plaza Garibaldi también se cometen abusos, porque algunos negocios triplican los precios, entre ellos La Hacienda y el Rincón del Mariachi, señalaron.

Pese a ello, la Prodcuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó que no se tienen denuncias por abusos o mal trato a clientes en la zona, como consecuencia de los hechos que originaron la muerte del nieto del fallecido activista afroestadunidense Malcolm X.