De colonias como Guerrero y La Lagunilla, se acercan a Reintegra en busca de opciones
Deserción escolar y violencia, otros problemas frecuentes en estas zonas, dice encargada
Sábado 13 de abril de 2013, p. 31
Desde hace 15 años, con talleres de serigrafía, en los que lo mismo estampan playeras, bolsas y afiches, jóvenes de la Guerrero y La Lagunilla, en la delegación Cuauhtémoc, buscan prevenir el delito o evitar la reincidencia, toda vez que dichas colonias ocupan los primeros lugares en incidencia delictiva en la ciudad de México.
Organizados por Reintegra, agrupación que promueve también otras actividades culturales y recreativas, algunos jóvenes relatan sus experiencias:
Christian Valencia, de 22 años, tras cuatrocrecer, no terminar la secundaria y al relajo
.
Su retorno a los estudios, reconoce, sólo es por necesidad de querer salir adelante, porque lo mío es el rap. Ahorita estoy, además, en un colectivo que se llama Rap de Maíz, apoyamos a niños de la calle o gente sin recursos en Ecatepec, Coatepec, Guerrero y Tepito
, dice en el taller en el que junto con otros jóvenes se alistan para participar en la primera feria de artesanos y cooperativas, que a partir del domingo se realizará en el Monumento a la Madre. El distintivo en el diseño de sus productos, en este caso playeras, es plasmar figuras del folclor mexicano
, con el que busca atraer a clientes nacionales y extranjeros.
Angélica, compañera de grupo, se inspira en imágenes que comparten usuarios de redes sociales, como Twitter o Facebook. De ahí saco muchas ideas y trato de hacer diseños que llamen la atención
, apunta, al comentar que regresó al taller después de ausentarse cinco meses en busca de oportunidades que no han llegado.
Lourdes de Gante, responsable del grupo de la colonia Guerrero, explica que los talleres de serigrafía son sólo una parte de las actividades que se impulsan en dos ejes: por un lado, apoyar la reinserción social de jóvenes en conflicto con la ley, y por otro prevenir el delito.
En ambas colonias, ha identificado dos problemáticas que sobresalen del resto. Una es la alta deserción escolar, por lo que la secundaria se erige como el tope máximo de estudios, y el visualizar la violencia como algo normal en las relaciones, ya sea con mujeres, niños y entre los mismos jóvenes.