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Alerta el investigador que el cambio podría quedarse en pura nomenclatura

Sólo si depuran programas será eficaz la reducción ideada por el GDF: Boltvinik
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Beneficiarios del programa de pensión alimentaria en el DFFoto Jesús Villaseca
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de abril de 2013, p. 31

Si no hay una depuración de los programas sociales, sobre todo en las delegaciones políticas, los cuales tienen baja cobertura y poco apoyo, la compactación anunciada por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) será puramente de nomenclatura, lo que no implica ningún cambio sustantivo en la operación de los mismos, consideró el investigador Julio Boltvinik.

En entrevista, el ex integrante del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal (Evalúa-DF) consideró que lo más importante sería definir con claridad las competencias del gobierno central y de las delegaciones, de tal manera que estas últimas no hicieran transferencias monetarias, sino en especie, por conducto de lo que se llama servicios de proximidad, para evitar el clientelismo que se produce con proyectos de corto alcance.

La dispersión de programas sociales en el gobierno capitalino era un problema viejo que ya se había detectado en la anterior administración, y no estaba mal que hubiera muchos, sino que los beneficiarios eran 20 o 30 personas, con lo que no se podía hacer una selección racional, y terminaban siendo los amigos o el compadre de la empleada, los que obtenían la ayuda, refirió.

El doctor en ciencias sociales por el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) expuso que estos programas de 20 o 30 beneficiaros son típicos de las delegaciones que impulsan un programa para niños talento, pero sólo cuentan con 50 mil o 100 mil pesos, y eligen a 50 niños. El asunto es que no se puede hacer una focalización arbitraria, tiene que haber un criterio sistemático, neutral, y si la compactación va en ese sentido, parece razonable, pero no estoy seguro de que se trate de eso, apuntó.

También se detectó que las delegacionales tienden a imitar al gobierno central, y si hay un programa de uniformes escolares, aquellas deciden incluir los zapatos, pero se los dan a 100 niños, y no hacen convocatorias, por lo que se inscriben los que saben, los cercanos a la gente de la delegación o del PRD.

“Desde el Evalúa-DF –agregó– se propuso que deberían tener una vocación distinta. Y que en lugar de dar transferencias monetarias, por ejemplo, se atendieran los servicios de proximidad, como la pavimentación, alumbrado público, parques, es decir, infraestructura social y recreación, en lugar de tratar de resolver la pobreza, porque no tienen capacidad presupuestal y el remedio resulta casi risible”.

A su vez, los jefes delegacionales de Cuauhtémoc y Azcapotzalco, Alejandro Fernández y Sergio Palacios, respectivamente, explicaron que con la compactación de programas sociales, en la mayoría de los casos, sólo agruparán los apoyos en torno a una misma temática, pero no disminuirán.

En el caso de Cuauhtémoc, Fernández explicó que antes la delegación contaba con 23 programas sociales de distinta índole, que ahora se integraron en cinco, pero se mantienen las mismas 23 acciones institucionales.