Sociedad y Justicia
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La ley lo prohíbe, pero es una práctica común en el país

Matrimonios tempranos amenazan la vida de adolescentes en Afganistán
 
Periódico La Jornada
Martes 5 de marzo de 2013, p. 42

Kabul, 4 de marzo.

En Afganistán, la mortalidad materna aumenta, los hospitales están llenos de mujeres y niñas anémicas y las escuelas secundarias de unos 200 distritos no tienen una sola alumna. Estos no son datos aislados, sino el resultado del mismo problema social: el matrimonio temprano.

Según Sadia Fayeq Ayubi, directora del departamento de salud reproductiva del Ministerio de Salud Pública, el matrimonio temprano (de menores de 16 años) es ilegal en este país de 35 millones de habitantes. Pero es común que se fuerce a niñas de 13 años a casarse, a menudo con hombres mucho mayores.

En lo que va del año se registraron 53 casos, indicó Nazia Faizi, representante del departamento de derechos del Ministerio de Asuntos de Mujeres.

Pero no representan el problema real, pues hay muchos casos que no se denuncian en zonas rurales, donde las mujeres están más desfavorecidas, no se respetan sus derechos ni tienen acceso a asistencia legal, añadió Faizi.

Los matrimonios precoces son más comunes en cuatro provincias del norte: Kunduz, Sarpol, Faryab y Herat, donde las mujeres no tienen un adecuado acceso a la justicia, indicó.

Las niñas son entregadas en matrimonio a temprana edad porque muchas familias consideran una vergüenza que no estén casadas a los 16 años.

Otras veces, las niñas son canjeadas para salvar el honor de la familia o como forma de compensar un delito cometido contra la familia a la que es entregada.

El religioso Sayed Salahudin Hashimi, predicador de la mezquita de Abu Bakr Siddiq, en el distrito capitalino de Khair Khana, explicó que la shariá (ley islámica) permite el matrimonio de niñas adolescentes, pero la decisión de aceptar un marido es totalmente de estas. No se las puede obligar y tienen el derecho a rechazar la oferta.

Pero la realidad para millones de niñas y adolescentes es muy diferente.

Problemas médicos

Nayela, una adolescente de la norteña provincia de Sarpol, está internada en el Hospital de Maternidad de Malalai, en Kabul, por una fístula obstétrica, una grave lesión que ocurre en ciertas situaciones de parto.

La fístula obstétrica es un orificio anómalo entre el canal de parto y la vejiga o el recto, y es común entre adolescentes que reciben poca o ninguna asistencia profesional durante el embarazo y el parto. Genera incontinencia, infecciones urinarias, infertilidad y problemas de riñón, además de ser dolorosa y humillante.

Nayela parió un bebé muerto, lo que le causó varias heridas internas. Cuando su esposo y su suegra se convencieron de que su estado no mejoraría, la sacaron de la casa. Su madre la llevó luego al hospital para que recibiera tratamiento, lo que incluyó una cirugía.