La mayoría eran civiles; el gobierno de Bashar Assad culpa a terroristas
La coalición opositora siria condena la acción criminal sin importar quién sea el autor
Viernes 22 de febrero de 2013, p. 32
Beirut, 21 de febrero. Un coche bomba estalló hoy cerca de la sede del partido gobernante Baaz en el centro de Damasco, con saldo de 53 muertos, en su mayoría civiles, y 200 heridos, en lo que el gobierno del presidente de Siria, Bashar Assad, atribuyó a grupos terroristas
relacionados con Al Qaeda.
El atentado fue seguido por disparos de obuses de mortero contra la sede del estado mayor en el barrio de los Omeyas, en Damasco, dos días después de la caída de un obús cerca del palacio presidencial, por primera vez desde el inicio del conflicto hace cerca de dos años.
Según un balance de la televisión oficial, 53 personas murieron en este ataque, el más sangriento en la capital desde el doble atentado suicida del 10 de mayo de 2012, que causó 55 muertos. La televisión había dado antes un balance de 35 muertos y 237 heridos en el atentado, que no fue reivindicado.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que reporta desde Londres, dio un balance de 59 muertos, la mayoría civiles y nueve miembros de las fuerzas gubernamentales.
Hacia las 10 horas (local) un atacante suicida hizo estallar un coche repleto de explosivos delante de un retén que obstruye la entrada a la sede del partido Baas, en el poder desde hace medio siglo en el país. Esto ocurrió en una hora de gran afluencia en el barrio comercial de Mazraa.
¿A esto le llaman islam?
¿Esta es la libertad que quieren? ¿Esto es el Ejército Sirio Libre?
, preguntó un hombre, refiriéndose al opositor ESL, al ser interrogado por la televisión siria en el lugar de los hechos.
¿A esto le llaman islam? Esto es terrorismo
, dijo a la televisión uno de los heridos.
La explosión rompió los vidrios de las ventanas de la embajada de Rusia, sin causar heridos, informaron las agencias de prensa en Moscú. Rusia es una de las pocas potencias que apoyan al gobierno de Assad y que continúa con una presencia diplomática en la capital.
La televisión oficial y el opositor OSDH afirmaron que se trató de un atentado suicida. Al Ejbariya, el canal oficial, aseguró que entre los heridos figuran niños porque hay una escuela cerca
del lugar de la explosión.
Un policía afirmó que el coche estalló en la Plaza del 16 de Noviembre, cerca de la mezquita Al Iman, donde está la sede del partido Baaz.
El jefe del Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), Nayef Hawatmeh, resultó levemente herido en el atentado, informó un portavoz de la organización con sede en Siria.
El OSDH asegura que estallaron otros dos coches bombas cerca de dos puestos de los servicios de seguridad en el barrio de Barzé, en el norte de la capital.
Varios atentados mortíferos, dirigidos principalmente contra edificios gubernamentales sacudieron Damasco los últimos meses. La mayoría fueron reivindicados por los rebeldes islamitas.
Poco después del atentado y en un nuevo desafío al gobierno los opositores armados dispararon dos obuses que cayeron en la sede del Estado Mayor sirio, también en el corazón de Damasco.
La Coalición de Oposición siria denunció el atentado terrorista
y calificó de criminales los ataques contra civiles sin importar quién sea el autor
.
Las fuerzas del gobierno han logrado impedir que los alzados ingresen a Damasco, ciudad que ha estado relativamente aislada de la revuelta y los enfrentamientos de casi dos años, donde al menos 70 mil personas han muerto, la guerra ha afectado severamente a los suburbios alrededor de la capital.
Los rebeldes que controlan los distritos al sur y al este de Damasco han estado atacando la base de poder de Assad por casi un mes y han perpetrado ataques con bomba devastadores durante el último año.
El grupo rebelde Jabhat al-Nusra, vinculado a Al Qaeda, se atribuyó la responsabilidad por varios de esos atentados, y ha dicho que perpetró 17 asaltos en Damasco en la primera mitad de febrero.
Por lo pronto, el vocero de la Casa Blanca Jay Carney dijo que el gobierno del presidente Barak Obama analiza todas las opciones para terminar con la violencia en Siria, incluida la de armar a las fuerzas opositoras.