Mahahual, QR, 21 de febrero. Paco Ignacio Taibo II, quien participa en el Festival Internacional Mahahual, Cruzando Fronteras México-Italia, dijo: Este encuentro, en un lugar como éste, perdido en el culo del mundo con esta mezcla italo-mexicana, está muy loco. Pero, como todo en la vida, la medida de las cosas es si funciona o no. Todo proyecto es tan interesante como su puesta en escena y realización, y ayer la charla que sostuvimos funcionó.

Taibo II habló sobre la charla, titulada ¿Narrar es resistir?, que sostuvo en la Plaza de las Letras de esta localidad con Francesca Gargallo, Bernardo Fernández, Élmer Mendoza y Paloma Saiz.

Señaló: “Un buen festival siempre tiene dos caras: una hacia afuera, con la gente que te pregunta ‘¿tú eres el que lo escribió?’, ese contacto vivo con las personas que leen, y que despierta interés y hace que ganes lectores en estos festivales... La otra es el contacto entre los creadores que produce reflexión, materiales, relaciones”.

Leer libera

Resumió: “La plática que sostuvimos ayer está un poco a tono con lo que ha sucedido en los pasados dos años, con la consolidación y el ánimo de una comunidad de escritores muy crítica, con impacto en los lectores; escritores que tienen un espacio entre los lectores con una visión muy radical de los malos tiempos que vivimos y que lo dicen claramente; en ese sentido fue unánime todo lo que se dijo.

En contrapunto, las intervenciones de Paloma Saiz, desde el punto de vista de los lectores, fue muy interesante. La lectura desempeña un papel muy importante. Paloma lo dijo muy claro: leer libera, repara neuronas averiadas y abre un espacio de pensamiento crítico y el público se lo pasó bastante bien.

Respecto de su quehacer de escritor y activista, comentó: Se juntan. Si tienes una visión de la sociedad, te hace producir cierta literatura contaminada por ella, nadie hace literatura pura. Incluso si alguna vez tengo la debilidad o la necesidad de escribir un poema intimista tengo el absoluto derecho de escribirlo. Bendita sea una literatura sin límites ni fronteras ni deber ser. Al mismo tiempo soy consciente de la forma en que vivo mi relación con el país contamina lo que escribo y no me parece muy bien, claro, respetando la autonomía de la literatura.

Agregó: “No paro; ando de un lado para otro, desde Mahahual hasta Tijuana. Si por mí fuera estaría en mi casa practicando las cosas que me divierten, con una vida más tranquila, pero tanto hijo de la chingada suelto por el país casi-casi me obliga a trabajar. Hay represalias, censuras, mentiras oficiales para aventar para arriba, fraudes electorales, abusos, destrucción de la sociedad de derecho, avance neoliberal envenenado contra energéticos, educación, salud... No te dejan de otra; el día que estos cuates se vayan a Boca Ratón en Miami me dedicaré a la filatelia, que es lo que me gusta; a los juegos de computadora, porque soy ranking mundial en Civilización Dos, y a escribir novelas policiacas”.

A los 60 años el dinero no es el objetivo de tu vida

Taibo II señala: Soy coherente. A los 60 años el dinero no es el objetivo de tu vida y hace mucho tiempo descubrí que si tienes mucha fama te vuelves muy pendejo y me estoy cuidando de que no me atonte ni me vuelva bobo vender 100 mil libros. Lo que me queda es una relación muy sana con los lectores y un compromiso con la sociedad... Además no soy tampoco un pinche héroe de caballo blanco; soy un ciudadano que asumió la responsabilidad que le tocó vivir en esta película.

Respecto del problema de algunas figuras públicas para manifestarse abiertamente como pensadores de izquierda, Taibo II consideró: Son de clóset, porque son tímidos, porque comunican mal en público, pero son igual de respetables. Yo le tengo mucho cariño a la comunidad intelectual mexicana; se ha portado muy bien en los años recientes, ha aguantado cañonazos y son contadas las figuras que han vendido el alma por dinero, fama o poder; la enorme mayoría ha sido congruente.

Taibo II concluyó: Mahahual me ha dejado sorprendido; es una comunidad muy bonita y encontrarte con este festival es gratificante.