Hace 14 años Ana María Torres venció el miedo a los golpes y a los prejuicios que impedían que las mujeres pelearan de manera profesional. Subió nerviosa al cuadrilátero, en medio de gritos burlones del público –en su mayoría hombres–, pero esa noche, cuando enfrentó a Mariana Juárez en la primera función oficial de boxeo femenil en México, abrió un camino que benefició a generaciones posteriores de boxeadoras que irrumpieron en una actividad que sobrevivía como reducto del deporte exclusivamente masculino.

Luego fue ganar respeto y demostrar que las mujeres podían ser depuradas en la técnica y espectaculares en sus combates. Eso llevó muchos años, comparte Ana María Torres, hoy en retiro momentáneo por maternidad.

A mi generación, que fuimos pioneras, nos costó mucho trabajo ganar respeto y prestigio en el boxeo; eso permitió dar una oportunidad a otras peleadoras que llegaron después, dijo La Guerrera.

Hoy algunas de esas peleadoras han hecho pausa para dedicarse a ser madres, como Jackie Nava y Esmeralda Moreno, mientras Mariana Juárez perdió el título mundial mosca después de 14 defensas. El boxeo femenil mexicano se quedó sin figuras.

Este será un año difícil para el boxeo femenil, comentó La Guerrera. No quiero decir nada que desanime a las compañeras, pero deben batallar duro para que en el futuro ocupen el lugar que nosotras nos ganamos con el trabajo que hicimos durante años.

No titubea en afirmar que a las peleadoras que hoy tratan de ganarse respeto aún les falta mucho para estar en condiciones de ocupar el lugar que dejarán en su momento Nava, Juárez y La Guerrera misma.

El escenario quedaba a disposición de Mariana Juárez –considera–, pero perder el título le hizo perder también parte del prestigio que había acumulado desde aquella noche del 3 de julio de 1999.

Mariana simplemente no despuntó como se esperaba y desperdició la oportunidad de proclamarse la mejor boxeadora mexicana del momento, dijo La Guerrera, pues reconoce que La Barbie es una de las mejores peleadoras en este país.

Hay un matiz que la hace ser perspicaz de la situación del boxeo femenil. El cinturón supermosca del Consejo Mundial que dejó vacante La Guerrera lo ganó Zulina La Loba Muñoz en medio de críticas ante una rival emergente.

Zulina no brilló, pero además, que una rival que eligieron días antes la haya complicado tanto demerita su campeonato, dice Ana María. Ahora debe demostrar que tiene casta de campeona y que puede defender el cinto; debe ganarse el respeto.

Una buena manera en la que Zulina ganaría prestigio –estima– es enfrentando a Mariana Juárez, porque ante una peleadora tan experimentada se pondría verdaderamente a prueba.

Zulina ha hecho una carrera por su belleza, pero arriba del cuadrilátero no importa qué tan bonita eres, sino qué tan bien pegas, expuso.

La Guerrera se dedica de tiempo completo a su hijo, pero está segura de que volverá al deporte a finales de este año.