El boxeo en el DF, secuestrado por una mafia, afirma Martos
Martes 29 de enero de 2013, p. a15
Cada mañana el doctor Esteban Martos contiene el asco que le produce sumergirse cotidianamente en lo que considera una cloaca: la Comisión de Boxeo Profesional del Distrito Federal (Combox), donde forma parte del servicio médico desde hace 28 años. Lo hace, asegura, porque voy a luchar contra esa mafia de pillos que están en el boxeo
, porque considera que la Combox se ha convertido en rehén de intereses de otros organismo mundiales y de los intereses económicos que se desprenden de este sometimiento.
En el deterioro de la administración de la Combox, que preside el ex boxeador Rafael Herrera Lemus, la víctima directa siempre es el pugilista, acusa.
Martos anunció la creación de un grupo que tiene como propósito señalar todas las anomalías
y manejos dudosos del organismo.
Estos sujetos que han secuestrado la Comisión de Box están empecinados en seguir haciendo barbaridades
, señala. A veces me siento como El Quijote porque me he acercado a políticos y personalidades, pero no pasa nada
.
Martos enumeró que los problemas que tienen hundida a la Combox es la ausencia de claridad en el manejo de recursos y la falta absoluta de protección para el boxeador. “Que yo sepa el señor Herrera nunca ha dado un informe del dinero que entra a la comisión, por las licencias y sanciones de campeonatos.
Lo más urgente es proteger al boxeador porque no está asegurado, aunque Rafael Herrera dice que sí, pero sabemos que no es así, y cuando hay una lesión grave los avientan a una clínica de ínfima categoría
, comentó Martos. Los obligan a firmar contratos sin ninguna garantía
, denunció.
Carlos Rosales escucha las denuncias del doctor Martos. Acude como representante de mánagers en este grupo naciente, pero sus señalamientos son más encendidos. Afirma que ahora se pretende presionar para que la autoridades capitalinas intervengan y convoquen a una nueva administración, pero si no emprenden acciones demandarán jurídicamente para que se resuelva el desorden en el que se desarrolla el boxeo en el Distrito Federal.
En tanto, Rafael Herrera rechazó vía telefónica los señalamientos de los que fue objeto su administración. Admitió que por la naturaleza autónoma de la comisión no recibe dinero del erario y no ha sido requerido para informar sobre el manejo de recursos que provienen de licencias y sanciones. Ese dinero, explicó, se utiliza para mantener las instalaciones, el pago de servicios y los salarios de la gente que trabaja en la Combox.
Pero cuando alguna autoridad, como la dirección del deporte capitalino, decida pedirme cuentas, por supuesto que lo haré, porque el manejo de esos recursos es justificado.
Negó que haya descuidado la protección del boxeador en el DF, porque recordó que por su condición de ex peleador siempre ha sido su preocupación principal.