Pese a lo grave del asunto, ningún priísta se opondrá, porque es una promesa que Peña hizo a EU
La única esperanza para evitarlo es que el pueblo se una al movimiento de López Obrador, señala
Domingo 27 de enero de 2013, p. 5
Con la decisión de cambiar sus documentos básicos, el PRI va contra sus propios principios, los traiciona y se coloca por completo como un partido de derecha, dispuesto a entregar el petróleo mexicano a las trasnacionales, advirtió el ex priísta Manuel Bartlett Díaz.
Recalcó que, de hecho, el Revolucionario Institucional ya no existe como partido, es sólo una membresía operada primero por Carlos Salinas de Gortari y ahora por Enrique Peña Nieto, para favorecer a intereses económicos, sobre todo extranjeros.
Actual coordinador de los senadores del PT, expuso que pese a lo grave de la decisión de la cúpula partidista de modificar estatutos y programas de acción del PRI para posibilitar la privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), ningún priísta se va a oponer a ello.
En diciembre los vi en el Senado votar una reforma patronal que perjudica seriamente a los trabajadores. Los legisladores que son al mismo tiempo dirigentes sindicales aprobaron cambios que lesionan a sus representados. Así que nadie se va a oponer a los designios de Peña Nieto; van a seguir traicionando sus principios rectores
, señaló.
Político de amplia trayectoria, fue titular de las secretarías de Gobernación y de Educación Pública, y gobernador de Puebla; consideró que la única esperanza es sumarse al movimiento de Andrés Manuel López Obrador, para que sea el pueblo el que se les ponga enfrente y defienda el petróleo y la soberanía nacional
.
Bartlett destacó que ni Peña ni el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, deben olvidar que 16 millones de mexicanos votaron por Andrés Manuel López Obrador en las pasadas elecciones de julio, y seguro lo respaldarán en la batalla por la defensa del petróleo.
Dijo que Videgaray mintió en Davos al asegurar que todas las fuerzas políticas están en el llamado Pacto por México, ya que la parte del PRD que avaló ese acuerdo no es la principal fuerza de la izquierda, sino el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que encabeza López Obrador.
A pesar de que el PRI y el PAN son mayoría en el Congreso, Bartlett sostuvo que no van a poder sacar tan tranquilamente como piensan la llamada reforma energética, cuyo fin es entregar a extranjeros el principal patrimonio de los mexicanos.
Deploró que tanto Peña Nieto como el dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, y los coordinadores de los diputados y de los senadores del tricolor, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, respectivamente, aseguren que no se busca privatizar Pemex.
Expuso que es el argumento que han esgrimido siempre, pero abrir Pemex al capital privado es ir contra lo dispuesto en la Constitución respecto a que los hidrocarburos sólo pueden ser explotados por el Estado mexicano.
Con la reforma energética que Calderón impulsó en 2008 avanzaron en esa intención, y ahora Peña Nieto quiere acabar con el último obstáculo y dar entrada a las trasnacionales, porque así se comprometió con Estados Unidos.
No sólo quieren privatizar, sino desnacionalizar el petróleo; hay que sumarse al movimiento de López Obrador para impedirlo
, advirtió.