José Antonio Flores, presidente de la Asociación de Tenis del eestado de México (ATEM), aseguró que el deporte blanco en nuestro país tiene un buen futuro a mediano plazo, debido a los programas que se realizan en algunos estados, aunque admitió que la falta de técnica ha sido uno de los factores que han originado el bache que se traduce en dos décadas sin un top 100 y con el equipo Copa Davis debatiéndose entre la segunda y tercera divisiones.

Durante el anuncio del torneo clase Future del Club Berimbau, que se realizará del 4 al 10 de febrero, Flores destacó la importancia de estas lides como llave de entrada al circuito profesional.

A pesar de que el tenis mexicano es criticado por el desaprovechamiento que hace de las múltiples competencias que organiza, pues los puntos se los llevan los extranjeros, el dirigente sostuvo que contar con torneos resultará benéfico para el fogueo de los nacionales.

Agregó que el paso real hacia el profesionalismo es el trabajo con las bases y el seguimiento.

Lo primero es que nosotros como directivos tenemos que cambiar nuestra política de pensamiento. Anteriormente sólo se apoyaba a los destacaban, y ahora vemos los trabajos que se han realizado con las bases desde la propia Conade (Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte) y de manera conjunta con los institutos estatales y en las propias asociaciones, señaló el directivo.

Si bien México se distingue por la organización de torneos internacionales, desde juveniles, son los extranjeros los más beneficiados con los puntos para la clasificación que se reparten, específicamente en los clase Future.

El único mexicano que ha ganado el torneo del Berimbau fue el retirado (en 2009) Víctor Romero.

Flores precisó que el programa nacional El tenis va a tu escuela, mismo que en el estado de México se lleva a cabo mediante los municipios, rendirá frutos en un futuro.

Sin embargo, admitió que la falta de certificación de entrenadores es un factor que debe considerarse y corregir, pues aunque el Sistema Nacional del Deporte lo exige ahora, durante años fue práctica común improvisar en la enseñanza y seguimiento en los clubes.