La Habana, 14 de enero. Con más gente que la habitual, pero en orden y sin tumultos, las oficinas de migración y de registro de población empezaron hoy a tramitar las peticiones de los cubanos para obtener pasaporte, que ahora es el único requisito que pone la isla a la mayoría de sus ciudadanos para viajar al exterior.

Apenas en los últimos días el gobierno informó de una nueva facilidad, además de las ya conocidas en el paquete legal de octubre pasado: ya no es necesario que los mayores de 18 años con pasaporte ordinario vigente acudan a las oficinas de trámite para actualizar el documento.

Los pasaportes ya expedidos y que conservan su vigencia fueron actualizados de oficio y podrán ser utilizados para viajar, siempre que posean las visas requeridas, dijo al diario oficial Granma el segundo jefe de la Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) del Ministerio del Interior, coronel Lamberto Fraga.

Los pasaportes cubanos son válidos por dos años y pueden prorrogarse hasta dos veces, para un total de vigencia de seis años.

Parte de la concurrencia a las oficinas de trámites este lunes era, precisamente, las dudas sobre la actualización de pasaportes. Era lo que llevó a Carmen María Morales, de 70 años, a la sede de la DIE en el municipio Plaza (el centro de la capital).

Recomiendan revisar cláusulas limitantes

Se acabó el tramitaje, dijo la mujer, una vez que le informaron que su pasaporte estaba en regla y ahora se dispone a visitar a su hija, que vive en Colombia.

Hubo cubanos que colmaron las oficinas migratorias en noviembre y diciembre, para obtener su pasaporte por 55 dólares, en lugar de los 100 que cuesta ahora.

Otra adición a las nuevas regulaciones es que los balseros y demás emigrantes indocumentados que salieron del país después de los acuerdos migratorios de 1994 entre Cuba y Estados Unidos, podrán volver a la isla, siempre que hayan pasado al menos ocho años desde su salida.

En igual caso están los médicos y deportistas de élite que se fueron en forma irregular desde 1990. Hasta ahora ninguno de esos emigrantes podía volver a Cuba.

Aunque cayó la mayor parte de la barrera que enfrentaban los cubanos durante décadas para salir de su país, aún tienen que superar los mismos obstáculos que cualquier otro viajero en el mundo: recursos y una visa para el país de destino.

La cubana es una de las nacionalidades más restringidas en el acceso en otros países. Los originarios de la isla necesitan visa para viajar a casi todo el mundo.

Los únicos países que no piden visado a los cubanos, por sendos acuerdos gubernamentales de exención, son cinco pequeñas islas del Caribe (Antigua y Barbuda, Granada, St. Kitts y Nevis, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas); 11 repúblicas de la ex Unión Soviética (Armenia, Azerbaiyán, Belarús, Georgia, Kazajstán, Kirguizia, Moldova, Rusia, Tayikistán, Turkmenistán y Ucrania); dos de la antigua Yugoslavia (Bosnia y Herzegovina y Macedonia ): dos del antiguo bloque de Europa oriental (Eslovaquia y Hungría), así como Liechtenstein y Malasia.

Sin embargo, de todos ellos sólo hay vuelo directo a Rusia, por lo que cualquier intento de viaje a otra de esas naciones implicaría eventualmente algún visado de tránsito.

Otro caso es el de Ecuador, que no pide visa a ningún turista que visite el país hasta por 90 días. O el de los países con política de activa promoción de la emigración, como Canadá o Nueva Zelanda, pero que tienen rigurosos filtros de edad y calificación profesional.

O el de países de demanda creciente de visados, como España o México, que piden a los cubanos que quieren viajar como turistas el requisito de solvencia económica, imposible de calificar con los estándares internacionales de ingreso, si se considera que el salario promedio en Cuba equivale a 18 dólares mensuales al tipo de cambio comercial.

Fraga explicó que las limitaciones que impone la nueva legislación para salir del país (sanciones legales, ubicación profesional o razones de defensa y seguridad nacional) tienen que ser esclarecidas por el interesado antes de comprar su boleto de avión.

Las personas deberán tener en cuenta si están sujetos a alguno de estos supuestos, antes de realizar gestiones de compra de pasajes y presentarse en los aeropuertos para viajar, a fin de evitar inconformidades y molestias innecesarias en la frontera, indicó Granma.

Parte de las cláusulas limitantes parecen estar dirigidas a impedir o reducir los viajes de los opositores de la isla que, bajo la ley anterior, en general recibían negativas de las autoridades al solicitar el ya derogado permiso de salida.

Sin embargo, la bloguera opositora Yoani Sánchez fue de las primeras en acudir hoy a la oficina de Plaza para pedir su pasaporte. Según dijo a periodistas, entregó su formulario y le informaron que esperara el documento en un plazo de 15 días hábiles.

Sánchez, una de las que no han podido viajar por las restricciones legales del pasado, agregó que ahora tiene esperanza de salir. Pero cuando me vea montada en el avión lo voy a creer.