Marc Ribot es un guitarrista conocido porque en terrenos del jazz se atreve a cultivar otros géneros y le encanta experimentar, lo cual culmina con gran cosecha sonora.

Es uno de los más aclamados compositores de la escena downtown de Nueva York. Irrumpió en los años 80 con los Lounge Lizards (interpretando un fake jazz aderezado de pop y rock avantgarde). Ha hecho numerosas colaboraciones: desde John Zorn hasta Caetano Veloso, sin olvidar sus contribuciones a los trabajos de Allen Ginsberg, Elvis Costello, David Sylvian, The Black Keys, Laurie Anderson, Vinicio Caposella, Sierra Maestra y Andrés Calamaro, entre otros.

Su propuesta abarca desde piezas que evocan el jazz de los años 40 hasta experimentos en los cuales echa mano de sonidos de ventiladores, clips, globos o tijeras.

Conocido también por su banda Los Cubanos Postizos, ahora viene a México con el trío Ceramic Dog, con el que creará aventurados acordes que concilian sonoridades múltiples. La cita es este 17 de enero a las 20:30 horas en el Centro Cultural Roberto Cantoral, en la segunda parte del ciclo Alterna Jazz, que se efectúa en ese foro.

No trato de encontrar las raíces de distintos estilos; busco los orígenes o investigo las cosas que me prenden. No es un interés académico, ya que no soy musicólogo, pero cuando escucho algo que me noquea quiero saber de dónde vino, cuál es el origen de ese álbum, comentó Ribot a Álex Otaola, músico con quien compartirá el escenario.

La libre improvisación reunirá precisamente esa noche al grupo neoyorquino con tres músicos mexicanos intensos: Otaola, especialista en el ruidom guitar; el bajista Aarón Cruz, de reconocida trayectoria en el mundo del jazz, y Patricio Iglesias, baterista del grupo de rock Santa Sabina (al que perteneció Otaola).

En un extracto de esa entrevista entre el mexicano y el músico oriundo de Nueva Jersey que proporcionó a La Jornada el promotor del concierto, Otaola recordaba a Ribot un comentario a una declaración en la cual mencionaba que el mejor público que había encontrado el guitarrista era el de soul y blues afroestadunidense, puesto que estaba integrado por personas que apreciaban la contención, valor que se considera cada vez menos.

Ribot –quien ha hecho proyectos personales como el Marc Ribot Solo, la musicalización en vivo de filmes silentes, entre otros– reconoció: Es difícil generalizar, pero el auditorio afroestadunidense de finales de los años 70 con el que entré en contacto gracias a que toqué con el hermano Jack McDuff era muy particular: gente de la clase trabajadora que en su mayoría había escuchado mucho jazz en vivo; tenía altos estándares, estaba muy bien educada musicalmente y no aceptaba cualquier estupidez. Hay un gran ensayo sobre el duende por (Federico) García Lorca, que reduce esto a algo muy similar en cuanto a ciertos públicos españoles que demandaban al duende y nada inferior a eso.

A Ribot le gusta experimentar. Comentó sobre las posibilidades tímbricas de usar con la guitarra eléctrica herramientas como globos.

Dijo: “Eso fue en los años 90, cuando grabé Book of Heads, de John Zorn. Cada una de las piezas incluía diferentes ‘técnicas extendidas’ que Zorn, a su vez, había aprendido de Eugene Chadbourne y de haber visto tocar a Derek Bailey y a ese tipo de creadores. Sin embargo, Zorn realizó lo que suele hacer: codificar lo que está sucediendo, y entonces había señales para tocar detrás del puente o meter un lápiz entre las cuerdas y el brazo para crear un puente falso. También poner pequeños clips eléctricos en las cuerdas, dejar caer arroz en ellas, hacer rechinar el cuerpo de la guitarra mojándote los dedos y frotándolos contra la madera (...) diferentes recursos y uno de ellos era precisamente emplear globos; de ahí viene”.

Orgulloso de su combo

Sobre Ceramic Dog hay que decir que es la reunión de Ribot con otro maestro de la escena downtown de Nueva York: el bajista Shahzad Ismaily (quien ha tocado con Laurie Anderson, Will Oldham, Jolie Holland, por mencionar a algunos) y el baterista indie-experimental Ches Smith.

El guitarrista se enorgullece. Comenta que el colectivo se reúne a ensayar solamente por el gusto de hacerlo (aunque no tengamos tocadas próximas). El nombre Ceramic Dog viene de la expresión francesa chien de faïence (congelado de emoción), que alude a ese momento en que los perros se erizan antes de lanzarse a una pelea. Con esa intensidad, el combo se lanza a crear momentos hipnóticos, violentos y también de belleza, han comentado.

Marc Ribot’s Ceramic Dog y el grupo invitado: Otaola-Cruz-Iglesias, se presentarán este jueves en el Centro Cultural Roberto Cantoral (Puente de Xoco puerta A, colonia Xoco), a las 20:30 horas. Boletos al 5325-9000.