El acceso a una carrera universitaria parecía un hecho muy lejano, casi un sueño guajiro, algo que, sabía, no había manera de costearse.

Así pensaba Osiris Vargas, quien ha cursado siete cuatrimestres en una universidad privada en el Distrito Federal, gracias a una beca que le otorgó la Asamblea Legislativa en 2011 por medio del fideicomiso del Fondo de Apoyo a la Educación.

Sin embargo, hoy Osiris busca una respuesta, ya que desde hace varios meses no se deposita en la Universidad Insurgentes, donde cursa la carrera de gastronomía, la colegiatura requerida para iniciar clases el próximo 17 de enero, por lo que no podrá inscribirse.

La estudiante de 23 años explicó que en la universidad donde estudia le explicaron que sus papeles quedarán detenidos hasta que la Asamblea realice el depósito correspondiente, y de no ser así perderá el cuatrimestre.

Su caso no es aislado. Mientras este medio día se llevaba a cabo una reunión de diputados que integran la Comisión de Gobierno para hablar de la problemática del fideicomiso mencionado, al menos otros cuatro jóvenes se acercaron a la sede legislativa y aseguraron sentirse decepcionados, pues de no resolverse pronto su situación estudiar en una universidad sólo habrá sido un sueño que ya terminó.

Osiris detalló que no sabe a quién acudir, pues las oficinas donde hacía los trámites para las becas, ubicadas en la colonia Peñón de los Baños, ya no existen; en los teléfonos que nos dieron no contestan y nosotros no tenemos ningún papel, ninguna garantía de que la Asamblea se comprometía a pagar, fue sólo de palabra y lo creímos.

El proyecto impulsado por la Comisión de Gobierno de la ALDF, en ese entonces presidida por la diputada Alejandra Barrales, beneficia a más de 24 mil jóvenes y se concibió para mejorar la calidad de vida de los capitalinos con la firma de acuerdos con la UNAM, el IPN y siete universidades privadas para apoyar a jóvenes que quisieran estudiar bachillerato o licenciatura.

En México hay aproximadamente 7 millones y medio de jóvenes que no tienen oportunidades para estudiar, y los apoyos en el Distrito Federal mediante las becas del programa Prepa sí, que benefician a más de 250 mil jóvenes, no son suficientes, señaló en ese entonces la hoy senadora perredista Alejandra Barrales.