Montevideo, 11 de enero. El Mercosur habilitará este año 30 salas para la proyección de cine regional, mediante un proyecto conjunto que cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea, anunció en Montevideo Adriana González, titular del Instituto Nacional del Cine y Audiovisual del Uruguay (ICAU).

En principio se contará con 10 salas en Brasil, 10 en Argentina, cinco en Paraguay y cinco en Uruguay, a las que en el futuro se sumarán otras de estos países, así como en Venezuela, que a mediados de 2012 pasó a ser miembro pleno del bloque.

En declaraciones a la Dpa, González explicó: En marzo llegarán los equipos y se iniciarán las pruebas físicas en las salas, de manera que posiblemente en septiembre u octubre ya se lanzarían las programaciones, de forma experimental.

Sistema adecuado para cada país

Con este proyecto se abre un circuito de exhibición distinto en los cinco países con cintas que generalmente no circulan en las salas comerciales, de forma que el cine producido en la región no se ve.

Recientemente se está empezando a trabajar en el tema de la programación. Lo que se va a definir es una estrategia al respecto el primer año. La potencialidad es muy amplia, pero hay que establecer criterios primarios para acompañar el desarrollo de esta red, dijo González.

La idea es implantar un sistema variado que atienda a la realidad de cada uno de los países. “Podría estrenarse una película en 30 salas o también se podrían armar dos o tres programaciones en 10 salas.

Serán modelos que se definirán en los próximos meses, subrayó la funcionaria.

Uruguay será el encargado de proponer las películas, pero los criterios de programación los decidirá la Recam, que es la Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas del Mercosur, órgano consultor para la temática cinematográfica y audiovisual, el cual está formado por las máximas autoridades gubernamentales en la materia de cada nación.

Respecto de los mecanismos de selección de las películas y la adquisición de los derechos, Adriana González explicó que “no podrán ser conservadores ni rígidos, sino flexibles, los cuales atiendan a las múltiples posibilidades.

Estamos analizando todos los aspectos. No es lo mismo Argentina, que pone a disposición los espacios estatales INCAA, que otros países donde participan de la red algunas salas privadas, agregó.

El desafío grande es tener un abanico de opciones que permita contemplar esa realidad y hacer sustentable el modelo, completó la funcionaria uruguaya.