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El escultor estadunidense presentará Iglú en el Museo Tamayo

El arte pone a prueba definiciones y creencias sobre lo que es: Wilhite
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de enero de 2013, p. 7

En los dos años que trabajaron juntos, el escultor estadunidense Robert Wilhite y el artista francés Guy de Cointet produjeron cuatro piezas de teatro. La primera fue la obra en tres actos, Etiopía (1976); la segunda el performance Cigar (Puro), que tenía que ver con el hipnotismo; la tercera fue Ramona, y la cuarta Iglú (las tres últimas de 1977), que comprende tres actrices y un músico. La escenografía de Iglú fue adquirida por la Fundación/Colección Jumex y forma parte de Guy de Cointet. Tempo rubato, exposición montada en su galería de Ecatepec, pero será trasladada al Museo Tamayo Arte Contemporáneo para su presentación el 10 de enero.

Wilhite, quien vino a México para la inauguración de Tempo rubato, platica que Iglú se representó en dos ocasiones y fue videograbada por la Escuela de las Artes Otis Parson, en Los Ángeles, pero la filmación fue robada de la biblioteca seis meses después. De allí que en 2010 Wilhite decidió volverlo a la vida. Faltaban unas piezas que recreó, lo ensayó durante seis meses y alquiló un pequeño teatro en Los Ángeles, donde la rescenificó.

“Las obras que hicimos juntos siempre incluyeron música –o una mirada musical– y muebles. Por lo general había libros y siempre el periódico (Acrit) de Guy. Iglú se considera la obra roja, porque comprende El libro rojo, una de las obras publicadas de Guy”, expresa el entrevistado, quien, sin ser músico, siempre creó la música y los instrumentos.

Sigue: Todas estas obras que hicimos juntos eran experimentos, aventuras para ver qué pasaría, y nunca nos decepcionamos.

Wilhite cursó estudios en la Universidad de California en Irvine, junto con Cris Burden y Alexis Smith, donde les enseñaron que “todo a nuestro alrededor podría ser utilizado como arte y que el diseño no necesariamente tenía que ser diseño, sino podría ser arte. Tatlin hizo muebles y Rodchenko diseñó un ambiente. Siempre sentí que los muebles de Rietveld eran esculturas y creo que él también.

Contemplé muchos objetos comunes y funcionales, como piezas en potencia para la discusión del arte, porque para mí el arte es una discusión. Pone a prueba todas nuestras creencias y definiciones de lo que es. A veces vemos algo que nos confronta y nos hace reflexionar acerca del por qué y nos hace examinar de nuevo nuestras propias reglas.

Para el entrevistado, las obras que creó con De Cointet son muy conceptuales: “El espectador es presentado con una pieza de arte que funciona en muchos niveles. Difieren de las obras de teatro normales porque el espectador experimenta una presentación diferente. Por lo general los accesorios en una obra son eso, mientras que la acción, el diálogo y el intercambio entre los actores y actrices son la carne.

Pero en éstas hay historias que se desatan y involucran a las actrices y los accesorios. Al salir del teatro el espectador se da cuenta que sabe todo acerca de los accesorios y extraños objetos que vio, y un poco acerca de las actrices. Es cuando cae en cuenta que todo lo que se vio eran accesorios, incluidas las actrices. Esa igualdad entre los objetos y los actores les crea un problema, porque no están acostumbrados a eso.