Son abovedadas, con muros de adobe y forradas con ematita o pirita: Sergio Gómez
Con la brillantez de las salas pretendían representar el cielo o las aguas profundas, explica
Miércoles 9 de enero de 2013, p. 6
Teotihuacán, Mex., 8 de enero. Dos cámaras laterales, abovedadas, con muros de adobe, aplanadas con lodo y recubiertas con restos de un polvo de material metálico, ematita o pirita
, fueron halladas en el interior del túnel localizado debajo de la pirámide de Quetzalcóatl, en la zona arqueológica de Teotihuacán; el sitio es explorado a 15 metros de profundidad por arqueólogos, como parte del proyecto Tlalocan: camino bajo la tierra.
Sergio Gómez Chávez, director del proyecto, informó que se han explorado 75 metros del túnel de un total de 120. En el metro 64 se detectó la presencia de dos cámaras laterales, de las cuales ya se tenía conocimiento mediante la utilización de un georradar, pero que gracias a la excavación se corroboraron.
“Las dos cámaras están forradas con muros de adobe, aplanadas con lodo y recubiertas con un polvo de material metálico, que se llama ematita o pirita, este material seguramente los teotihuacanos lo molieron para formar una especie de diamantina y lo impregnaron en las paredes, así como en el techo del túnel.
De tal manera que cuando ellos entraban al túnel con una antorcha, seguramente era algo impresionante, porque brillaba todo el techo, las paredes y el piso, seguramente se trataba de una representación de las aguas subterráneas o de un mundo bajo tierra habitado principalmente por la deidades del inframundo. Lo que los teotihuacanos seguramente querían representar era el cielo o las aguas profundas
, explicó.
La base de estas dos cámaras laterales del túnel serán exploradas durante los próximos meses, donde prevén encontrar hallazgos importantes.
El arqueólogo explicó que como resultado de la cuarta etapa de excavación que culminó el fin de año pasado, se avanzaron 45 metros de excavación para llegar a los 75 (de un total de 120); a partir de ese tramo la exploración se complica debido a que fue detectado un desnivel de entre tres o cuatro metros.
En sus cuatro etapas de excavación se encontraron más de 50 mil fragmentos y pequeños objetos: cuentas de piedra verde, cerámica, ollas rotas, jade, serpentina y puntas de flecha, se han extraído unas 800 toneladas de tierra y piedra.
Análisis de los materiales
Sergio Gómez señaló que ya se han tenido grandes avances en el análisis de los materiales encontrados, ya que mediante la prueba de carbono 14, realizada por la doctora Corina Solís, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se determina la antigüedad de los distintos materiales.
“Mediante la técnica que requiere cantidades muy pequeñas de carbón, se ha podido ya determinar la temporalidad de distintos actos rituales desarrollados por los antiguos teotihuacanos en el interior del túnel. Los estudios son realizados en los Laboratorios de Física de Iones del Instituto Federal de Tecnología en Zurich, Suiza. La técnica implementada es novedosa y ha permitido corroborar la antigüedad en que fue clausurado el túnel, entre los años 200 y 300 de nuestra era, así como de distintas ofrendas, confirmando una de las hipótesis planteadas al inicio del proyecto de investigación.
“Otra colaboración importante se tiene con el laboratorio del Centro de Investigación y Restauración de los Museos Franceses, localizado en los niveles inferiores del Museo del Louvre. En esas instalaciones, Thomas Calligaro colabora con el proyecto Tlalocan... al realizar análisis Pixe (Partículas inducidas por emisión de rayos X), para determinar el origen y los yacimientos de las piedras verdes y, en especial, el jade localizado durante las exploraciones del túnel.
Los primeros resultados han mostrado la presencia de un jade muy particular, procedente de Centroamérica que se caracteriza por su brillo y por tener una apariencia muy cristalina. Las cantidades localizadas en el interior del túnel son relevantes, pues no se había localizado antes este tipo de material en Teotihuacán
, abundó.
Destacó que otro tipo de análisis para determinar la antigüedad de la cerámica recuperada durante las exploraciones del túnel se realiza por la técnica de termoluminiscencia en el Instituto de Geofísica de la UNAM, por parte de Ángel Ramírez Luna.
El túnel fue descubierto en 2003, cuando se formó una oquedad provocada por las lluvias, justo frente a la pirámide de la Serpiente Emplumada. Fue hace casi dos años cuando los arqueólogos localizaron la entrada del túnel, a 12 metros de profundidad.
En la entrada, los arqueólogos abrieron una pequeña oquedad y con un escáner tomaron las primeras imágenes del interior, también por primera vez en la historia de la arqueología mexicana y segunda en el mundo fue utilizado un pequeño carro-robot para la exploración.
Sergio Gómez apuntó que en los primeros meses de 2013 se iniciará la quinta temporada de excavación, en la cual existe gran expectativa por explorar las dos cámaras laterales halladas y una más que se localiza al final del túnel, donde se podrían hallar los restos de gobernantes o personajes teotihuacanos importantes.