Domingo 6 de enero de 2013, p. a11
Nueva York. Lance Armstrong, el desacreditado ciclista estadunidense en el centro del mayor escándalo de dopaje en la historia del deporte, podría admitir que utilizó sustancias prohibidas y transfusiones de sangre para mejorar su rendimiento y así retomar su carrera ahora como triatleta, informó el New York Times. El texano, de 41 años, está dispuesto a confesar lo que sería un sorprendente giro de su parte, pues siempre negó haberse dopado. El rotativo consultó a Tim Herman, abogado del ex pedalista, quien supuestamente se había reunido con Travis Tygart, presidente ejecutivo de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos. No sé nada de eso. Supongo que todo es posible, seguro. En este momento, no está sobre la mesa
. Armstrong cumple una sanción de por vida y le fueron retirados sus siete triunfos en el Tour de Francia.