El medallista olímpico Noé Hernández ya sabe del tiroteo en el que fue herido hace ocho días y tomó las cosas con mucha calma y tranquilidad, tras haber perdido el ojo izquierdo y estar en riesgo el derecho luego de recibir un balazo en la cabeza. El lunes será dado de alta para estar con su familia, dijo el neurocirujano Carlos Castillo Rangel.

Acompañado del equipo de trabajo que asistió al ex marchista en las tres cirugías que le realizaron en lo que va de la semana, el facultativo sostuvo que la fortaleza de Noé lo ayudó a salir adelante y le sorprendió que ayer hasta dio indicaciones a su secretaria particular para los pendientes que dejó en la secretaría del deporte del Partido Revolucionario Institucional del estado de México.

A unas cuantas horas de que abandone la clínica de Neurotraumatología en Bosques de Aragón, Castillo indicó que el medallista olímpico de plata en Sydney 2000 está consciente de que recibió un disparo en la cabeza en un bar ubicado por los rumbos de Texcoco.

“El siquiatra lo puso al tanto de su situación, de que perdió el ojo izquierdo por el impacto del arma de fuego y que se está haciendo lo posible para salvar el derecho. Lo tomó con mucha calma, se le dieron antidepresivos. Está consciente y orientado.

“Vino la oftalmóloga y le dio tratamiento para que no tuviera alguna infección. Nos dijo que en el fondo del ojo (derecho) tiene hemorragia vitria que no le permite ver, que requerirá de una aspirado de sangrado.

Reconoce a sus familiares y sabe del accidente que le pasó. Está en condiciones de hacer una declaración ministerial y dar entrevistas si quiere. Se le hizo el estudio minimental y alcanzó los 30 puntos. Noé es un paciente normal, sostuvo el médico.

La recuperación de Hernández Valentín ha sido asombrosa, según los especialistas. Ayer “caminó por toda la clínica, se le retiró el cateter, ha tolerado alimentos y evacuó.

Se le hizo un examen de orina y se encontró un ligero pico febril sin riesgos. Su evolución es favorable y puede irse a casa, aunque se le harán más estudios de la vista y recibirá ayuda siquiátrica, apuntó el doctor Castillo, quien añadió que en caso de que se presentara un pico leve de infección Hernández regresaría al nosocomio, cuyos gastos han sido absorbidos por el gobierno federal, estatal y su familia.