La exposición con 80 pinturas, dibujos y grabados, se inaugurará en febrero, en París
Su obra exhibe sus vivencias en una revolución y dos guerras mundiales, pero también en el amor
Viernes 4 de enero de 2013, p. 4
La obra del pintor ruso Marc Chagall (1887-1985), que es inseparable de la historia de Europa en el siglo XX e ilustra momentos clave de la vida del artista, integran la exposición Chagall. Entre guerra y paz, que se exhibirá del 21 de febrero al 21 de julio de 2013 en el Museo de Luxemburgo, en París.
Cerca de 80 pinturas, dibujos y grabados –varios inéditos– relacionan la obra del artista con dolorosas experiencias: una revolución, dos guerras mundiales y el exilio. En cada una de las piezas se lee su vivencia en torno a la guerra y la paz, la felicidad y la desgracia, de la pareja y la soledad.
Sus obras, muy marcadas por estos dramas, permiten descubrir sus años rusos, su vivencia en la Primera Guerra Mundial que le impidió volver a París, ciudad que había adoptado en 1910, mucho antes de descubrir el impacto que la Segunda Guerra Mundial y la persecución de los judíos tendrían en su trabajo.
También se exhiben varias piezas en las que se descubre un Chagall que celebra el restablecimiento de la paz. Su creación refleja su propia existencia, sus recuerdos, sus encuentros y sus viajes, la forma en cómo confrontaba las dolorosas experiencias de su vida.
La exposición, organizada por la Reunión de los Museos Nacionales-Grand Palais, es una invitación al público para redescubrir el universo de Marc Chagall.
Los temas en la obra del pintor son recurrentes: su ciudad natal de Vitebsk, las tradiciones judías de su infancia, algunos temas cristianos, los desastres de la guerra y las imágenes de la pareja o la familia. Las obras recientes de la exposición evocan la serenidad, las alegrías, la felicidad de la paz que por fin encontró. Los recuerdos de esos tiempos difíciles que vivió hasta las más bellas representaciones del amor.
La exposición que comienza con la declaración de la Primera Guerra Mundial, muestra estos pasajes de un mundo a otro, de un género a otro. Vivir en el sur de la Francia de la posguerra le permitió al pintor sublimar el pasado y lograr mayor serenidad, así creó un universo pictórico profundo.
Después de una estancia de tres años en París, Chagall regresó a Vitebsk, donde él es sorprendido por la declaración de guerra. Su obra refleja la realidad bruta, producto de la conflagración, así como su vida familiar. Durante los años de entreguerras en París, Chagall debe forjar una nueva identidad artística. Se dedica a la ilustración de la Biblia y desarrolla un cuadro de ensueño, surrealista.
Antes del surgimiento del nazismo, se vio obligado a exiliarse en Estados Unidos. Sus obras reflejan los actos de barbarie que devastaron Europa, pero también su compromiso con sus raíces.
Chagall. Entre guerra y paz es un viaje por sus orígenes como artista, en los que definió desde muy joven su vocación dotada de poética, su singular manera de abordar los colores y los sueños.