Poca gente se realiza estudios para detectar enfermedades
Domingo 30 de diciembre de 2012, p. 30
La prevención de enfermedades todavía no alcanza un nivel prioritario en el país. En el último año, apenas una cuarta parte de los adultos se realizó alguna prueba de detección de diabetes, hipertensión arterial o de sobrepeso y obesidad. Lo anterior, no obstante que estos padecimientos son los más frecuentes y de más alto riesgo para el desarrollo de complicaciones graves e incluso letales.
La diabetes es la principal causa de muerte a escala nacional, mientras que la presión arterial elevada está presente en una tercera parte de la población general y en más de 40 por ciento de quienes tienen sobrepeso u obesidad.
El del exceso de peso corporal es un problema que afecta a 71 por ciento de la población y es factor de riesgo para accidentes cerebrovasculares (embolias) e infartos al corazón.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012 reveló que del total de personas hipertensas diagnosticadas durante el levantamiento del estudio casi la mitad desconocía que tenía la enfermedad.
Así, aunque la investigación a cargo del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) señala que se detuvo la tendencia al alza que llevaba el sobrepeso y la obesidad, también reconoce que aumentó la cantidad de obesos en casi 30 por ciento, con lo que más de un tercio de los adultos tienen está condición, y por lo tanto, también están en riesgo de sufrir algún daño mayor en su salud.
La investigación también buscó entre los individuos aparentemente sanos, pero con exceso de peso corporal, a aquellos que presentan alguna alteración en sus niveles de glucosa, triglicéridos, colesterol y presión arterial. La presencia de dos o más de estas disfunciones se califica como síndrome metabólico, es decir, un riesgo muy alto de convertirse en diabéticos y/o hipertensos, así como de sufrir alguna afección cardiovascular. De acuerdo con la Ensanut 2012, 45 por ciento de los mexicanos tiene síndrome metabólico.
De acuerdo con la información oficial, los costos de la atención clínica de estas y otras enfermedades asociadas al sobrepeso y obesidad, representan un riesgo para la viabilidad financiera del sistema nacional de salud. En 2008 los costos atribuibles a la obesidad fueron de 42 mil millones de pesos, equivalentes a 13 por ciento del gasto total en salud. De mantenerse la prevalencia del exceso de peso para el año 2017, los costos directos podrían ascender a 101 mil millones de pesos.
No obstante estos datos y las campañas de difusión que en los años recientes se han realizado para fomentar el cuidado de la salud, todavía es reducida la cantidad de personas que se ocupan de la prevención de enfermedades.
La misma tendencia se observa para padecimientos como el cáncer, y en especial aquellos que se pueden curar mediante una detección temprana. Es el caso del tumor maligno de próstata, principal causa de muerte por cáncer entre la población masculina, y por el que cada año pierden la vida 4 mil individuos.
La Ensanut 2012 encontró que menos de 10 por ciento de los hombres mayores de 60 años se realizó un examen sanguíneo de antígeno prostático en el último año, mientras que sólo 2.5 por ciento se practicó una prueba de tacto rectal. Ambos estudios son básicos para el diagnóstico de la neoplasia.
Los expertos han señalado que la ausencia de campañas de prevención masiva explican en parte que no haya prevención del tumor; sin embargo, en otros como el cáncer cérvico uterino que afecta a las mujeres, también existen algunos pendientes, pues 44 por ciento de la población en riesgo (entre 20 y 65 años de edad) se realizó una prueba de Papanicolau. De cualquier manera, resalta la encuesta, el porcentaje es mayor que el reportado en 2000 y 2006 (37 y 29 por ciento respectivamente).
El tumor de cérvix es la segunda causa de defunción por cáncer entre las mujeres. La primera es el tumor de mama. Sobre éste último, la Ensanut 2012 detectó que sólo 26 por ciento de las personas de 50 a 69 años de edad –las de mayor riesgo– se realizaron una mastografía, y 15 por ciento de las que tienen entre 40 y 49 años.
Otro dato aportado por la Ensanut tiene que ver con la detección de VIH/sida; sólo 22.3 por ciento de los adultos de 20 a 49 años se realizaron una prueba alguna vez en la vida. De éstos, una tercera parte reportó habérsela hecho en los últimos 12 meses, es decir, únicamente 7 por ciento de este sector de la población sabe si es o no portador del virus.
Eso es lo que en parte explica que a pesar de la existencia de los examenes clínicos y los métodos para prevenir la infección, principalmente el uso consistente y sistemático del condón, la transmisión del virus se mantiene y los afectados siguen llegando a los hospitales en etapas avanzadas de la enfermedad, según han comentado médicos especialistas en el tratamiento del sida.