Milán, 18 de diciembre. Las grandes sopranos mundiales no son las únicas prima donnas en La Scala de Milán. En la más reciente protesta de inconformidad entre sus artistas, bailarinas de la más reciente producción de la obra Romeo y Julieta de la casa de ópera se han ido a la huelga después de que la gerencia se negó a pagarles más por bailar sobre un piso inclinado.

Se les ha unido el coro después de que los cantantes calificaron como un paso demasiado lejos el plan de que ejecutaran movimientos sencillos para coincidir con la coreografía de Sasha Walz. Como resultado de esta pelea, la función inaugural de la producción ha sido cancelada.

Por su parte, el cuerpo de baile cree que la dificultad de bailar sobre una plataforma inclinada debería de ser compensado con un bono, según argumentaron en un comunicado.

Situación especial

Las secciones de las artes escénicas de los sindicatos italianos tienen su historia en esto de mantener su posición. Muchos aficionados operísticos han preguntado por qué los actores en Verona han recibido pago extra por blandir espadas falsas, o por qué artistas en algunos teatros pueden exigir más por cantar en alemán.

Tales prácticas laborales han sido responsables, junto con los recortes presupuestarios y públicos decrecientes, de los terribles aprietos en que se encuentran muchos teatros líricos italianos.

Marco Peconi, vocero del coro, dijo: Es una situación especial. Eso tiene que ser reconocido. Sin embargo, la gerencia de La Scala dijo que a los artistas no se les pedía hacer algo diferente a lo que era requerido para un espectáculo de temporada.