Lunes 26 de noviembre de 2012, p. 39
Este lunes comienza en Doha, Qatar, la Cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en la cual se prevé que se dé seguimiento a los acuerdos adoptados en las conferencias pasadas sin que en esta ocasión tampoco haya avances sobre el establecimiento de un segundo periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto.
De acuerdo con John Crowley, líder del programa Cambio Ambiental Global de Unesco, la principal dificultad que se observa en las negociaciones internacionales tiene que ver con la arquitectura del Protocolo de Kyoto, cuya vigencia venció en 2011 y cuyo futuro aún no se ha definido.
Países como China, explicó, argumentan que no tiene responsabilidad sobre el cambio climático, aunque la Convención de Naciones Unidas ha dicho que hay responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y el Protocolo de Kyoto definió obligaciones para países desarrollados.
En entrevista estimó que se requiere una arquitectura diferente, que aún no existe; una posibilidad es el acuerdo de Copenhague, donde se plantearon metas de reducción voluntarias de emisiones de gases de efecto invernadero. Quizá en Doha se puedan tener ciertos avances, dijo, pero descartó un acuerdo entre los 194 países que participarán en la conferencia para un segundo periodo de negociaciones de Kyoto; quizá éste tendría que ser reemplazado.
Consideró que las sociedades aún no tienen incidencia en las decisiones que se adoptan en las negociaciones porque aún ven el cambio climático como un fenómeno abstracto. Se adoptan pequeñas acciones para reducir el consumo de energía, pero aún son incipientes, concluyó.