Puebla, Pue., 25 de noviembre. Una voltereta asombrosa metió a La Piedad a la final de la Liga de Ascenso, tras vencer de manera sufrida 2-0 a Lobos BUAP (global 3-2), que llegó con dos argumentos que le daban ventaja: jugar de local y el 2-1 en el partido de ida.

El equipo de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla tenía la posibilidad de meterse a la final, pero llegó con menos ambición que el rival, obligado a revertir la realidad.

Los Lobos parecían más decididos a prolongar el tiempo, con un equipo bien parado y atento, mientras los Reboceros iban hacia adelante con furia, conscientes de que tenían que remontar.

Al minuto 16 La Piedad ya tenía su primer acercamiento serio, con un tiro de esquina que se perdió en un mar de remates y desembocó sin peligro en el poste derecho. Un par de minutos más tarde el delantero de la BUAP, Dudu, pisaba con mucha idea el área de los Reboceros, pero sin la suficiente puntería y estrelló su tiro en el poste.

Con todo, los visitantes eran los que estaban obligados y actuaban en consecuencia, sin bajar la intensidad y con esforzados intentos por avanzar al terreno del conjunto poblano.

Al minuto 29, un córner hizo justicia a los Reboceros, cuando Braulio Godínez recibió la pelota y la respondió con un testarazo violento que clavó la pelota al fondo, para abrir el marcador.

Luego de la anotación, los jugadores de La Piedad recibieron una descarga de ánimo y a pesar de que su entrenador Juan Antonio Luna les pidió serenidad, ellos se volcaron al área rival con la seguridad de que podían conseguir otro tanto que les daría el boleto a la final.

Así se fueron al descanso. Al volver, los Reboceros parecían convencidos de que estaban a poco de lograr la hazaña. Al minuto 49 Fernando González prendió una pelota con destreza, pero el arquero de los Lobos, Óscar Jiménez, haría la primera de tres atajadas espectaculares. Ésta casi era gol, pero su resorteo le permitió echar el balón arriba del larguero.

El mismo González volvió a intentar ese tanto que urgía a los de La Piedad, pero un segundo intento se fue por el poste derecho para alivio de los de la BUAP, que ya sudaban la segunda anotación.

Así llegaron al minuto 90, en el que el duelo adquirió una intensidad de vértigo. El arquero de los Lobos, Óscar Jiménez, seguía haciendo proezas, como atajar un cabezazo potente a unos centímetros de la línea de gol.

Pero al 92, en una triangulación, la insistencia de los Reboceros y de González encontró lo que buscaba, cuando anotó el tanto que los metió a la final de la Liga de Ascenso. Ahora se enfrentarán a Dorados de Sinaloa este miércoles en Culiacán.