Santiago de Anaya, Hidalgo, 24 de noviembre. La trituradora y procesadora de materiales Cementera Santa Anita dispone de alrededor de 372 hectáreas en el valle del Mezquital, y aunque no ha comenzado sus operaciones (prevista a comienzos de 2013), los indígenas ya experimentan algunas consecuencias derivadas de la instalación de esta planta que producirá al día unas 5 mil toneladas de cemento y dispondrá de alrededor de 3 mil 500 litros de agua para generar cada tonelada de producto.

En una zona en la que el agua es escasa la preocupación de los habitantes, tanto del municipio de Santiago de Anaya, de Patria Nueva, Cardenal, Ixmiquilpan, Tepatepec, San Salvador y de Actopan es que la industria de los empresarios Antonio del Valle y Carlos Slim “con los pozos que han hecho –tres hasta ahora– se van a acabar el agua, que de por sí es poca”, indicó Juvencio Cruz Villa, poblador de Patria Nueva.

Los lugareños no saben si la empresa comtempla perforar más pozos, pero indican que para sus propietarios no sería difícil contar con ellos en breve, pues aseguran que sólo es posible obtener el líquido de esa forma porque aquí no tenemos manantiales y cuando las comunidades solicitamos un pozo al gobierno del estado, tarda de 10 a 15 años en responder, en cambio a los señores empresarios, con su dinero inmediatamente les hicieron caso, pero a los pobres, no.

Otra preocupación son los sismos que generará en la zona el uso de explosivos para la extracción de la roca caliza. Según un estudio realizado por Alejandro Cabrera Barroso, geólogo del Instituto Politécnico Nacional, especializado en la Universidad de Massachusetts, las ondas sísmicas serán de diferentes intensidades: directa, reflejada y refractaria y viajarán hacia la zona de la grutas ecoturísticas de Xoxafi, ubicadas a 3.9 kilómetros de la cantera y a zonas habitadas.

Al respecto, Herminio Gómez Vargas, de Santiago de Anaya, comentó que en la casa que habita luego de la prueba que hizo la empresa, hace más de dos años y medio para corroborar la factibilidad de explotar el terreno, todo se cimbró; eran como las dos o tres de la madrugada, y parecía que las casas se caerían. Después debimos tapar las grietas, gasté unos 20 mil pesos y la casa está a más de dos kilómetros de la empresa. Varias casas quedaron dañadas, dijo.

De hecho, durante la conversación de La Jornada con los habitantes, que se efectuó en terrenos situados enfrente de la trituradora, se sentían leves movimientos trepidatorios. Al respecto, Heladio Gómez Hernández, de Santiago de Anaya, comentó: Esto es por el movimiento de la maquinaria, imagínese el día en que empiecen a explotar el cerro.

También la queja es que en los trabajos tanto para construir la cementera como en los caminos de acceso que se están habilitando fue arrancada mucha vegetación; adelantaron que con ello también desaparecerá la fauna de la región.

Hay un tiradero de magueyes, biznagas, palmas, nopales y garambullos, todo tiraron y los animalitos van a desaparecer, refirió Teresa Cruz Gómez, quien también alertó sobre los postes de alta tensión que se están instalando para dotar de electricidad a la cementera, y que los habitantes, consideran, causarán interferencia, y posibles afectaciones a la salud por el alto voltaje.

En una carta enviada al Congreso de Hidalgo, a Slim, a la CFE y al gobernador del estado, Francisco Olvera Ruiz, con quien pidieron audiencia en enero pasado, –pero no nos ha recibido–, el Movimiento Indígena de Santiago de Anaya establece que los postes afectan las comunidades Daxthá, Caxuxi, El Dextho, Cañada Grande, Lagunilla, Francisco Villa y Patria Nueva. Dichas estructuras sostendrán una red eléctrica de 85 kilovoltios.

Refieren que “los postes fueron ubicados sin aviso en predios y propiedades privadas, sin autorización de los propietarios y se encuentran fuera de lo estipulado en la norma de derecho de vía NRF-014-CFE que indica que ‘no deben existir obstáculos ni construcciones de ninguna naturaleza que ponga en riesgo la construcción y operación de las líneas eléctricas, por lo que no se contemplan construcciones de líneas aéreas debajo de escuelas, casas y centros de población’”.

Telésforo Patricio Rodríguez, regidor del muncipio Santiago de Anaya, encargado de la Comisión de Uso de Suelo y Protección Civil, lamentó que las peticiones de los indígenas de la zona estén siendo ignoradas y se utilice la fuerza pública para apagarlas. Queremos denunciar a nuestro subsecretario de gobernación del valle del Mezquital, Francisco Moreno Baños, y al director general de Gobernación de la región Actopan, Javier Islas González Arriola. Nos han estado mandando la fuerza pública, nos están intimidando.

Los lugareños hicieron un llamado también a la Semarnat y a al presidente electo, Enrique Peña Nieto para que mire a los indígenas del valle del Mezquital, porque nos están pisoteando.