Se ratificará sanción del Ibt, estiman miembros de ese órgano de la investigación científica
Si bien se trata de un error, la manipulación de las imágenes que hicieron Alejandra Bravo y Mario Soberón no tiene intención de cambiar los resultados, sino de generar mayor contraste
, consideran
Jueves 22 de noviembre de 2012, p. 2
Este jueves, el Consejo Técnico de la Investigación Científica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analizará el caso de los científicos Alejandra Bravo y Mario Soberón, del Instituto de Biotecnología, que manipularon
imágenes para enfatizar algunos resultados de sus estudios sobre la bacteria BT, utilizada en productos transgénicos para atacar plagas y evitar el uso de insecticidas en los campos de cultivo.
Se prevé que el tema sea discutido en el orden del día de la sesión ordinaria de ese órgano universitario, presidido por el coordinador de la Investigación Científica en turno, en este caso Carlos Arámburo de la Hoz.
Algunos de los miembros del Consejo Técnico señalaron que probablemente sea ratificada la sanción que impuso el Instituto de Biotecnología a Alejandra Bravo y Mario Soberón (separación de las jefaturas), sin que haya mayores consecuencias
.
El martes pasado, La Jornada dio a conocer que ambos investigadores fueron sancionados por manipulaciones inapropiadas y categóricamente reprobables
de imágenes sobre estudios de la bacteria BT, con la intención de enfatizar los resultados que buscaban obtener en al menos 11 artículos divulgados en revistas científicas.
La situación comenzó luego de que un equipo de investigadores canadienses, formado por Vincent Vachon, Raynald Laprade y Jean Louis Schwartz, publicó en mayo el estudio titulado “Revisión crítica de los modelos que existen para explicar la forma de actuar del Bacillus thuringiensis (BT)” en la revista El Sevier, en el que señalaron que había modelos aplicados por los mexicanos que no se sostenían, pues era imposible reproducirlos.
Ante esto las autoridades del instituto, encabezadas por el director Carlos Arias, ordenaron abrir una investigación y el caso fue enviado para su análisis a una comisión externa, la cual, después de evaluar al menos 11 estudios de Bravo y Soberón, consideró que en dos de sus artículos había evidencias claras y contundentes de manipulaciones inapropiadas y categóricamente reprobables
.
Algunos miembros del Consejo Técnico de la Investigación Científica consideraron que si bien se trata de un error, la manipulación no tiene intención de cambiar los resultados, sino de mejorar una imagen para generar un mayor contraste
.
Recordaron que ya hubo una sanción, pues los investigadores renunciaron
a cargos en el instituto: Bravo a la presidencia de la Comisión de Bioética y Soberón a la jefatura del Departamento de Microbiología Molecular.
Asimismo, subrayaron que ambos científicos aceptaron su error
y hablaron de inmediato con los editores de las revistas en las que habían publicado sus avances, y los directivos de esas ediciones no solicitaron ni fe de erratas ni correcciones al respecto.
Además del coordinador de la Investigación Científica, el Consejo Técnico está integrado por los directores en turno de la Facultad de Ciencias y de los institutos adscritos a esa coodinación, así como por un representante electo del personal académico de cada uno de ellos, todos con voz y voto. El reglamento de ese órgano determina que los directores de los centros científicos y representantes electos por los académicos son invitados permanentes, con voz pero sin voto.