Tras efectuarse un recuento por la titularidad del contrato colectivo de la sección 201 de la mina de San Martín, en Sombrerete, Zacatecas, el sindicato nacional minero logró el mayor número de votos en favor, por lo que mantendrá la representación gremial de estos trabajadores, luego de que le había sido disputada por un sindicato de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC).

El recuento, de un padrón de 530 trabajadores, 225 votaron a favor del sindicato nacional minero, y 204 en favor del sindicato que se ostentó como de la CROC, hubo tres votos anulados. De esta forma, la titularidad del contrato de esta mina, propiedad de empresa Industrial Minera México –filial del Grupo México, del empresario Germán Larrea– la seguirá teniendo el gremio lidereado por Napoleón Gómez Urrutia.

El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) informó que el triunfo se obtuvo, a pesar del aparatoso despliegue de amenazas, violencia, trampas y compra de votos que emprendió la empresa. Sostuvo que si este gremio hubiera perdido la titularidad del contrato, es altamente probable que los inversionistas habrían no sólo despedido a los trabajadores de esta sección, sino agredido con brutal ilegalidad la huelga que sostienen los mineros de Sombrerete desde hace más de cinco años, además de que se habría acabado con el contrato colectivo.

El recuento se efectuó el pasado 16 de noviembre en el auditorio municipal de Sombrerete, luego de que la CROC entabló una demanda por la titularidad del contrato y aseguró que tenía en su favor a la mayoría de los trabajadores, indicó el SNTMMSRM.

Sostuvo que la demanda de titularidad se proponía destruir al sindicato democrático y autónomo, para crear uno subordinado al gusto de ese patrón, o sea, blanco, intentando desconocer a los dirigentes de esta sección, como lo ha pretendido de otras pertenecientes al SNTMMSRM, como en la 65 de Cananea, Sonora, y en la 17 de Taxco, Guerrero, cuyos afiliados se mantienen en huelga y siguen exigiendo a la empresa el cumplimiento del contrato colectivo de trabajo que ha sido violado, sobre todo en lo referente a seguridad industrial y protección a la salud de los trabajadores.

Denunció este sindicato que antes del recuento, la empresa propiedad de Germán Larrea movió contingentes alquilados por su empresa en diversas partes del país, supuestamente pertenecientes a la CROC, los cuales el 30 de agosto de 2012, en número superior a 300 y en camionetas de la empresa, invadieron con lujo de fuerza y despliegue de violencia las instalaciones de la propia compañía, golpearon a los trabajadores en guardia de huelga, tomaron la mina y desalojaron y persiguieron a los mineros en paro.

Los acarreados un día antes incendiarion en la madrugada dos carros de dirigentes sindicales y una hora antes agredieron mineros, en tanto las autoridades federales, estatales y municipales no hicieron absolutamente nada ante esos hechos abiertamente delictivos, a pesar de que estuvieron enteradas.

Además, Grupo México había iniciado un proceso de liquidación de los trabajadores, y no tuvo empacho en supuestamente recontratar a algunos de ellos sólo para que votaran por la CROC en este recuento. No obstante todo ello, perdieron.