Los precios están disfrazados
, comentaron entrevistados
Lunes 19 de noviembre de 2012, p. 19
Mucha publicidad, pero pocos descuentos encontraron la mayoría de los compradores que este domingo acudieron a centros comerciales del sur de la ciudad de México con motivo de El Buen Fin.
Es pura mercadotecnia, los precios están disfrazados
, sostuvo Julio Rosas, comprador que buscaba una laptop en Liverpool de Plaza Coapa, y aseguró que el mismo aparato costaba mil pesos menos la semana pasada que el precio que tenía este domingo, por lo que el descuento de mil 800 pesos en el precio en realidad era de sólo 800.
Las mayores ofertas se encontraron en las áreas de electrodomésticos, en especial en televisores de plasma, que tenían descuentos hasta de 30 por ciento.
Ricardo Hernández compró un televisor de plasma en la misma plaza y, aunque el descuento le representó un ahorro de 5 mil 500 pesos, se quejó de que le entregarán el televisor en un plazo de 30 días porque ya se habían terminado las existencias.
Empleados de varios establecimientos comerciales señalaron que los flujos de clientes no había sido muy distintos de los de cualquier fin de semana normal. Sin embargo, el estacionamiento del centro comercial Perisur estaba a 150 por ciento de su capacidad la tarde del domingo.
La mayoría de los clientes entrevistados señalaron que, más que descuentos, lo que encontraron fueron promociones a meses sin intereses.
Antes la gente compraba más cosas, ahora nomás vienen de entrada por salida y si compran algo, nada más traen una bolsita
, comentó Gregorio Martínez, barrendero de un centro comercial.
Me he percatado de que la mayoría de la gente sale con televisiones y electrodomésticos
, comentó un policía que hacía guardia afuera de Plaza Universidad.
Jorge Andrade, un joven que acudió con sus padres a buscar ofertas a Pabellón del Valle, dijo que adquirió unos tenis con 50 por ciento de descuento en Deportes Martí, donde además le incluyeron un abono de 20 por ciento al monedero electrónico de la tienda, pero aseguró que prácticamente no había ofertas que valieran la pena.
Leticia Sandoval, que junto con sus hijos acudió a Perisur, se quejó de que la mayoría de las tiendas colocaban en los escaparates anuncios de descuentos, pero observó que se aplicaban sólo a mercancía seleccionada. Consideró que las tiendas deberían hacer un mayor esfuerzo para ofrecer verdaderos descuentos, como ocurre en países como Estados Unidos, donde en el llamado Black Friday el menor descuento es de 50 por ciento.
Sólo hacen descuento en las cosas viejas, lo que les queda de saldos
, dijo una pareja de adultos que comía un helado en Plaza Universidad.
De acuerdo con varios entrevistados, los precios de la mayoría de los productos no variaron mucho respecto a lo que habían costado a lo largo del año.