Se eleva a 94 la cifra de muertos por la tormenta en Estados Unidos
Viernes 2 de noviembre de 2012, p. 20
Nueva York, 1º de noviembre. La ciudad de Nueva York continúa su lento proceso de recuperación, al tiempo que salen a la luz más tragedias al crecer la cifra de muertos, desplazados y daños por los efectos del huracán Sandy, tempestad que logró borrar el espectáculo electoral, a unos días de su culminación, el próximo martes.
Con más de 94 muertos en Estados Unidos por la tormenta, 39 de éstos en la ciudad de Nueva York, las dimensiones de la tragedia continúan apilándose ante escenas de devastación, sobrevivientes en busca de fotos y otros recuerdos de sus familias entre los escombros de sus casas. Los costos por daños materiales asegurados se calculan hoy en 20 mil millones de dólares, y en costos económicos hasta en 50 mil millones, lo cual colocaría a ésta como la cuarta peor catástrofe, después del huracán Katrina en 2005, los atentados del 11 de septiembre de 2001, y el huracán Andrew en 1992, reportó la agencia Reuters.
El desastre continuó multiplicando sus consecuencias con la escasez de gasolina en Nueva Jersey y Nueva York, donde algunas gasolineras no tienen corriente para despachar pero en otras se ha agotado el combustible, lo que provoca enormes filas y mucha frustración. Cada vez hay más preocupación por conseguir agua potable y alimentos en algunos de los pueblos más afectados, mientras decenas de miles de desplazados –algunos en pueblos suburbanos, otros de cientos de edificios en la punta sur de Manhattan– aún no pueden regresar a sus viviendas y no saben qué futuro les espera.
Rescatistas, bomberos, policías, la Cruz Roja y la Guardia Nacional continúan sus labores, y el Pentágono y otras agencias federales están transportando equipo de emergencia, hasta camiones para bombear agua, desde California y otros puntos a las zonas afectadas. Se está considerando desplegar tres naves de guerra de la Marina en el puerto de Nueva York para apoyar los esfuerzos de recuperación en la zona. Voluntarios se suman a las actividades en pueblos y ciudades.
Algunas cosas siguen mejorando con el retiro de aguas de varias zonas y el inicio de trabajos de limpieza y recuperación. El número de hogares y comercios sin luz se redujo a unos 4 millones y medio, de los más de 8 millones hace un par de días en zonas de 15 estados afectados por la tormenta, abarcando una región desde Carolina del Norte hasta Maine. Algunos trenes regionales y aeropuertos reiniciaron servicios y equipos de ingenieros y expertos en desagüe
empezaron a sacar el líquido de túneles e instalaciones por toda la región, y la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA) ya empezó a otorgar asistencia a víctimas y a gobiernos locales. Pero con cada paso se confirma que serán semanas, tal vez meses, lo que se requiere para enfrentar las principales consecuencias del desastre.
En esta ciudad de Nueva York continúa la labor de bombear las aguas del puerto, los ríos Hudson y Este, y del Atlántico que inundaron la ciudad y que mantienen sin luz, sin calefacción y sin servicios básicos la mitad de Manhattan y otras zonas.
Muchos ancianos se ahogaron
En colonias más alejadas, como en el condado de Staten Island, se siguen descubriendo víctimas, incluidos muchos ancianos que se ahogaron en sus casas, así como dos niños, de dos y cuatro años, que habían desparecido después de ser arrancados por el agua de los brazos de su madre. Estamos en graves apuros aquí, necesitamos ayuda ahora
, gritó una mujer en una colonia de trabajadores en Staten Island. Cómo pueden proceder las autoridades con el maratón de Nueva York (este domingo) mientras aún están sacando cuerpos del agua aquí
, se quejó otro residente con el noticiero local de NBC.
Aunque la elección presidencial está a sólo cinco días, la tormenta la ha borrado en gran medida, los noticieros nacionales prestan mínima atención a los comicios. Mitt Romney, el contrincante republicano del presidente Barack Obama, desapareció casi por completo de las pantallas nacionales durante los últimos días. Hoy, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, político independiente pero que ganó como republicano aquí, endosó públicamente a Barack Obama, con el argumento de que se requiere de un líder que preste atención a la ciencia al abordar las consecuencias del cambio climático en este país.